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Editorial
El Nuevo Gramalote
El reto ahora es hacer que el nuevo municipio sea sostenible en lo ambiental y en lo económico.
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Domingo, 10 de Diciembre de 2017

Se van a cumplir siete años de la destrucción de Gramalote por una falla geológica que estaba  anunciada y que significó una lamentable tragedia de proporciones para sus habitantes y para Norte de Santander. 

Si bien no ha sido con la celeridad deseada y el cumplimiento debido de los plazos y cronogramas, la reconstrucción de Gramalote está avanzando y son evidentes los progresos que se han logrado en la ejecución de las obras que se diseñaron y planearon por parte del Gobierno Nacional y de acuerdo con las necesidades y expectativas de sus moradores y damnificados. 

Puede decirse que las promesas y anuncios gubernamentales han quedado atrás y hoy existe la voluntad de que el Nuevo Gramalote sea una realidad el próximo año.

Hay que admitir que gran parte de las demoras en la obras de reconstrucción es producto del funcionamiento paquidérmico del Estado colombiano y de los engorrosos e interminables trámites y procesos contractuales que caracterizan la administración pública en todos sus niveles.

Según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, quien el pasado viernes encabezó una visita y recorrido de funcionarios del alto Gobierno, Gramalote está en camino de convertirse en el municipio con la mejor infraestructura del país y en el modelo de adaptación al cambio climático, como lo ordenó una sentencia de la Corte Constitucional.  

El ministro se declaró satisfecho por los avances que se han tenido y anunció más recursos por 23.000 millones de pesos para financiar varias obras y programas que no habían podido emprenderse por la falta de los recursos. 

El programa de vivienda contratado para el Nuevo Gramalote se ha cumplido en un 70 por ciento; según el gerente del Fondo Adaptación, Iván Mustafá, se han entregado 321 viviendas de las 1.007 prometidas y en los próximos días se entregarán otras 33 más. 

Para mayo del año entrante se tiene previsto el cumplimiento en un 100 por ciento del nuevo programa habitacional. 

Los gramaloteros han expresado su complacencia por sus nuevas viviendas y están trabajando con entusiasmo para dotar el pueblo de establecimientos y negocios que hagan acogedora su visita. 

El ministro Cárdenas ha sido claro en señalar que el reto – del Gobierno Nacional, de las autoridades regionales y de la comunidad gramalotera – es hacer que el nuevo municipio sea sostenible en lo ambiental y en lo económico. La apuesta para la reactivación económica está en el agro y allí la nueva plaza de mercado tiene un papel fundamental. Debe ser el centro económico del municipio. Y el café es el otro gran núcleo de progreso, según lo expresado por el ministro de Hacienda. 

Por su acogedor clima, la amabilidad de sus gentes y su bello entorno, el Nuevo Gramalote está llamado a convertirse en un polo de desarrollo turístico de Norte de Santander, en el que se podrían incluir las ruinas del viejo municipio. 

Corresponde a las autoridades territoriales, a la Gobernación de Norte de Santander y a la comunidad asumir como prioritarias las tareas y responsabilidades para alcanzar los objetivos y propósitos en este frente. 

Y es necesario también seguir pendientes y vigilantes para que las obras que no se han terminado se agilicen y concluyan y las que faltan se comiencen pronto hasta lograr su materialización.

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