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En modo feria

Esta especie de bálsamo, que si bien puede no gustarle a muchos, también es una forma de irle buscando otro perfil a la ciudad.

Por tradición la temporada de julio está dedicada a las ferias y fiestas en Cúcuta. Un referente histórico de las fiestas julianas se remonta a mediados de 1800 hasta la década de los 40 en el siglo XX, cuando la ciudad era tomada por los carnavales.

Para esta oportunidad la capital nortesantandereana entró en la feria de Cúcuta 2019 o Carnaval del Duende como se la ha llamado, que servirá como una especie de catalizador para que durante esta semana se pongan en el congelador las penas, angustias y problemas para distender el espíritu en la frontera, que lógicamente no es que vaya a amanecer, después de las fiestas, con todo solucionado.

Esta especie de bálsamo, que si bien puede no gustarle a muchos, también es una forma de irle buscando otro perfil a la ciudad en lo referente a la atracción de turistas que en su calendario anual visitan las ciudades en donde se cumplan actividades de carnestoléndicas.

Lo indispensable para que la ciudad disfrute la temporada es que el flujo vial en los alrededores de donde se montó el ‘rumbódromo’, en El Malecón, fluya sin tropiezos, teniendo en cuenta que varios trayectos estarán cerrados durante buena parte de la semana, con el propósito de darle paso a la programación que se extenderá hasta el próximo domingo.

Luego la misión que tendrá la Policía de Tránsito es más que un carnaval, porque aparte de garantizar que los asistentes a los espectáculos cuenten con las facilidades de movilidad para el completo disfrute, también deberán adelantar las labores necesarias para impedir la congestión y conservar despejadas las calles y avenidas adyacentes, para que quienes van a al trabajo, al estudio y a casa puedan hacerlo sin interrupciones y así evitar que esto se les transforme en una pesadilla.

Entonces, todos los agentes encargados de dirigir el tráfico vehicular en las  calles tendrán multiplicarse y emplearse a fondo en esa tarea y probar que la previsión es la que manda en este tiempo de celebraciones julianas.

Para la seguridad, que también es algo esencial, teniendo en cuenta la oleada de hechos sangrientos que han ocurrido en las últimas semanas en la región fronteriza y en Norte de Santander, la Policía determinó extremar las medidas de vigilancia con mil hombres que estarán atentos a prevenir cualquier alteración del orden público o que atente contra la vida, honra y bienes de los ciudadanos. 

El llamado es a disfrutar en medio del acatamiento de las normas. A evitar los desmanes. A acudir en familia a los lugares habilitados para ello. A ir de compras aprovechando el horario extendido en los establecimientos comerciales de la ciudad que también se vincularon a las fiestas julianas cucuteñas. A estar atentos a las recomendaciones que emitan las autoridades. Y es importante saber que la red de salud del municipio estará a lo largo de estos días en una especie de alerta especial con el fin de atender cualquier situación grave que se llegare a presentar.

Muchos dirán que los carnavales no dejan nada. Pero otros afirman que no todo es sufrir y padecer. Algunos afirman que un alto en el camino es indispensable en el trasegar de la vida diaria para retomar fuerzas y seguir en el esfuerzo continuo de mejorar el presente y el futuro. Esa es la filosofía de estas fiestas julianas en donde los duendes les darán la bienvenida.

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Martes, 16 de Julio de 2019
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