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En reconstrucción

En 2011, el hospital estaba en riesgo de muerte, con un déficit de 2 mil 865 millones de pesos, con un presupuesto de 166 mil 554 millones de pesos, 34 por ciento más que el presupuesto de 2014, año este en que, además, se registró una utilidad de 33 mil 900 millones de pesos.

Cuando en una solemne rendición de cuentas, el principal hospital público de un departamento tiene que poner a figurar la reparación de sus ascensores como un logro importante, queda muy claro que lo que había era una especie de desastre del que lo salvaron de manera desesperada in artículo mortis.

Pues, todo parece indicar que es lo que ha pasado con el Hospital Universitario Erasmo Meoz (Huem), una empresa social del Estado que es el estandarte de la salud pública no solo en Norte de Santander y Cúcuta, sino en toda la franja fronteriza con Venezuela.

Lo de los cuatro ascensores Schindler reparados a costo de 331,64 millones de  pesos puede parecer anecdótico y trivial, pero, en realidad, es parte del informe de la gerencia a los ciudadanos, que revela que el desgreño que existía en la entidad era de tal magnitud que los enfermos ni siquiera podían ir con facilidad de un piso a otro.

No es gratuito que el informe de actividades del gerente, Juan Agustín Ramírez Montoya, tenga por título el muy revelador título de ‘32 meses reconstruyendo’.

En 2011, el hospital estaba en riesgo de muerte, con un déficit de 2 mil 865 millones de pesos, con un presupuesto de 166 mil 554 millones de pesos, 34 por ciento más que el presupuesto de 2014, año este en que, además, se registró una utilidad de 33 mil 900 millones de pesos.

Al respecto, vale la pena formular una pregunta: si los ingresos por la venta de servicios eran prácticamente iguales en 2011 que en 2014 (104 mil millones de pesos), y los gastos operacionales los mismos (24 millones de pesos), y si el hospital estaba en ruinas y ahora no, ¿a dónde fue, entonces, el dinero? La respuesta, desde luego, no la tiene la actual administración, pero alguien tiene que darla, sea cual sea.

Nunca es tarde para saber del destino de los dineros del Estado ni para que los responsables de manejarlos lo informen, pero, en especial, para que los órganos de control demuestren que sabían de lo ocurrido con cada centavo del Huem.

Pese a la austeridad a la que se ha visto sometido, el hospital sorprendió hace pocos días a la comunidad científica, y a la opinión pública, con el anuncio de que, en un esfuerzo grande, se convirtió en pionero latinoamericano en practicar una escisión total de mesorrecto vía transanal. En síntesis, mediante laparoscopia asistida, extirpó un tumor canceroso en el colon inferior.

¿Cuántas cosas se podrían hacer en el Huem en favor de la sociedad de Norte de Santander si sus responsables no tuvieran que estar dedicados a reconstruirlo, casi ladrillo por ladrillo y a darle vida sana a sus maltratadas y muy deficientes finanzas?

De la rendición de cuentas del viernes pasado se concluye en que el hospital no está totalmente recuperado: atraviesa una situación similar a la del convaleciente que a duras penas respira, pero que en caso de descuido puede recaer en materia grave.

Y un factor puede influir en que los esfuerzos por recuperar el Huem puedan frustrarse: la enorme deuda de las EPS, de 40 mil millones de pesos, dineros que el hospital necesita con toda la urgencia necesaria para que lo declaren definitivamente fuera de peligro.

El asunto de los ascensores demuestra una práctica sana: transparencia, para que todo el mundo sepa lo que necesita saber del manejo de la cosa pública. Esta vez, parece que la administración ha ofrecido una realidad descarnada, bastante positiva, y sin las gasas de antes, tantas que no permitían ver nada a través de ellas.

Ojalá esta etapa de nuestro principal centro de salud permita avanzar hacia su consolidación, y hacia su tecnificación, a fin de que los equipos diagnósticos y de tratamientos permitan estar a la altura de los retos de alta complejidad que tiene la institución, pues sabemos que su personal médico y paramédico  está debidamente capacitado para asumirlos. Aunque, la verdad, saber que vive es ya una excelente noticia.

Domingo, 29 de Marzo de 2015
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