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‘Estamos fritos’

En Perú pasa lo que no pasa en otros países: que allá sí encarcelan a los corruptos.   

Sin duda: “estamos fritos”, como lo dijo el papa Francisco cuando pidió a los obispos de Perú que no descuiden el futuro de la dirigencia de los pueblos. “Si solo entienden el lenguaje de la corrupción, estamos fritos”, añadió.

Y luego, sin aguantar más la inquietud, y en respuesta a la pregunta de un obispo lanzó un mensaje que sorprendió: “¿Qué pasa en Perú, que cada vez que sale un presidente lo meten preso? Humala está preso, Toledo está preso —en realidad, fugado en Estados Unidos—, Fujimori estuvo preso, Alan García está que entra que no entra; y presos con rabia ¿no? El sistema llama la atención…”

Aún no pasaba nada con Pedro Pablo Kuczynski (PPK), que ayer renunció al cargo y que muy posiblemente también vaya preso, acosado por consecuencias de un proceso por corrupción por razón de sobornos de la firma brasileña Odebrecht.

Pues, para tratar de responderle a Francisco, se puede afirmar que en Perú pasa lo que no pasa en otros países: que allá sí encarcelan a los corruptos, así sea el más reciente expresidente, con todo y el poder que detenta. Allá se atreven, allá la sociedad no está tan enferma como para mirar a otro lado cuando se juzga a los poderosos. Allá, por fortuna, la corrupción no parece estar revestida de impunidad, como en Colombia.

Estamos fritos, dice el papa, porque “la política está enferma, muy enferma”, y aunque señala que hay algunas excepciones, “en general, la política en América Latina está más enferma que sana”.

¿A alguien le queda alguna duda? Cuando gigantes del empresariado como Odebrecht corrompen a todo un continente —el más reciente escándalo involucra a 10 países americanos, incluidos Colombia y Estados Unidos—, y todo queda ahí, en la denuncia y la investigación que jamás concluye, es porque la enfermedad de la política es muy grave. Y altamente contagiosa.

En Colombia, por ejemplo, los sobornos de Odebrecht alcanzaron al menos dos campañas presidenciales, pero, a pesar de que altos funcionarios de la empresa han entregado detallados informes de lo que hicieron, acá nada pasa con nadie del grupo de responsables de recibir ilegalmente al menos 100.000 millones de pesos.

En Perú, por lo menos el presidente PPK renunció. Y aunque no lo hizo por los hechos directos del soborno, sí porque revelaron vídeos en los cuales, según la persona que grabó, se compraban votos de congresistas para el caso de que el caso de Odebrecht llegara al Congreso y sometiera su destitución a debate.

Para los corruptos, Colombia ofrece muchas posibilidades de que puedan eludir la cárcel que les corresponde como delincuentes, gracias a mecanismos que han resultado ser mucho más eficientes que los mejores abogados.

Uno es el llamado vencimiento de términos, hecho jurídico que se configura cuando, dentro de cierto plazo, la Justicia no es capaz de darle forma al caso. Otro es la falta de pruebas. Pero, uno y otro, y otros más, tienen que ver con el hecho de que la corrupción copa todos los niveles de la administración, y en cualquiera de ellos se arreglan los líos.

Por eso el papa dice que la política está enferma, muy enferma.

 

Jueves, 22 de Marzo de 2018
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