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Gimnasia con goteras

Más allá de los diagnósticos, porque el invierno ya vino y dijo: ‘esa cúpula está llena de goteras’, lo que debe hacerse es una acción inmediata para la recuperación de este ‘templo de la gimnasia colombiana’.

Así como se les exige a los deportistas el entrenamiento adecuado y un alto desempeño para hacer figurar los colores de Colombia, Norte de Santander y Cúcuta, por lo  menos se les deberían garantizar los escenarios adecuados para ese lucimiento.

Que en horario estelar un noticiero de la televisión nacional mostrara a nuestra estrella Jossimar Calvo y a otros deportistas con escobas y traperos tratando de secar el piso del coliseo menor Eustorgio Colmenares, equivale a indicar las complicaciones que ellos deben superar para colgarse las medallas que obtienen en sus destacadas actuaciones.

En dicho escenario funcionan las ligas de judo, tenis de mesa, boxeo, voleibol y gimnasia, cuyos exponentes se preparan para atender las diferentes competiciones locales, nacionales e internacionales a las que acuden a lo largo del año.

Lo que no es lógico es que hoy tengan un factor externo al que se vean obligados a vencer y que nada tiene que ver con esas disciplinas deportivas, como es el deterioro de la cúpula que cubre el coliseo, que en esta temporada de lluvias muestra su real debilidad.

Sin lugar a equivocarnos, a veces pareciera que llueve más adentro que afuera por los problemas que ocasionan los grandes charcos de agua por las goteras, afectando las actividades de tal manera que Jairo Ruiz, el técnico de gimnasia dio una dramática descripción: “Es una situación delicada, la semana pasada fue la explosión”.

Es razonable lo expuesto por él, cuando advirtió algo que podrá tener repercusiones negativas, teniendo en cuenta las muchas veces paquidérmicas reacciones gubernamentales. “Las continuas lluvias han venido deteriorando los implementos y eso nos preocupa. Los tapamos con una carpa, pero hay espacios que siguen desprotegidos y que cada vez se desgastan más”.

Lógicamente muchos afirmarán que eso con un ‘paño de agua tibia’ se arregla porque para eso por aquí en Cúcuta no llueve con la intensidad y persistencia de otras partes del país.

Esto sin embargo no es del todo cierto. Porque aunque tal vez no sean diarias o constantes, sí han llegado a ser muy torrenciales, como consecuencia del ahora innegable cambio climático.

Por tal motivo y porque las medallas y los podios de Jossimar por ejemplo en los campeonatos mundiales, panamericanos y suramericanos, merecen que se le ponga la atención debida al coliseo menor cucuteño.

Y, además, otro fundamento para probar que los dineros que se destinen allí no son un gasto sino una inversión: en el solo caso de la gimnasia hay que recordar que siempre Norte de Santander es campeón nacional.

Y, claro, las demás actividades deportivas allí concentradas también han dado lustre al nombre de la región en las competencias a las que asisten con regularidad.

Por ello, hay que respaldar la gestión que se haga en procura de cambiar la cubierta del coliseo Eustorgio Colmenares, cuyo costo se calcula en $3.500 millones.

Ahí podría -por ejemplo- hacerse una gran bolsa entre el Ministerio del Deporte, el IMRD e Indenorte (llámese Gobernación de Norte de Santander).

Se supo que de esto ya ha tenido conocimiento el Mindeporte desde hace dos años, pero los resultados, contrarios al medallero que hace poco conquistó Ángel Barajas en Rosario (Argentina), no ha tenido el eco esperado de parte de las autoridades nacionales.

Más allá de los diagnósticos, porque el invierno ya vino y dijo: ‘esa cúpula está llena de goteras’, lo que debe hacerse es una acción inmediata para la recuperación de este ‘templo de la gimnasia colombiana’ que merece un mejor trato por parte de las autoridades deportivas nacionales y regionales.

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Miércoles, 18 de Mayo de 2022
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