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Goles y autogoles

Tener una de las mejores aficiones futboleras de Colombia debe servir para impulsar un plan de democratización.

Renuncié porque me debían, fue la precisión que desde Israel hiciera el jugador Jonathan Agudelo, que hasta hace poco hizo parte de la plantilla del Cúcuta Deportivo.

Eso leído así, sin ningún contexto, aparecería como una excusa del delantero que marcó 37 goles rojinegros para irse a jugar en el Hapoel Beer Sheva.

Pero saber que el presidente del club, José Augusto Cadena, tenía plazo hasta el 4 de septiembre para saldar los $910 millones que le debe al IMRD, ya es confirmación de que todo anda mal y que abundan los autogoles en el Cúcuta.

¿Por qué no cortar el mal de raíz? La mejor salida que se asoma es el borrón y cuenta nueva mediante la aplicación de la Ley 1116 de 2006, en su artículo 46 inciso cuarto para la liquidación judicial del equipo, y ponerle fin a este capítulo y comenzar a escribir una historia rojinegra esperanzadora.

Este momento que vive la humanidad tiene que servir para recapacitar y enderezar el rumbo y aquí el conjunto insignia de la región sí que necesita emprender un nuevo camino.

Hay que acabar eso que las ganancias sean para los socios pero las deudas y pasivos sí los lleve como una pesada carga el club, como sucedió cuando la millonaria negociación de Macnelly Torres.

Tener una de las mejores aficiones futboleras de Colombia debe servir para impulsar un plan de democratización accionaria en el que existan compromisos y beneficios de parte y parte en un renovado club.

Esa transformación debe incluir que por las negociaciones de jugadores al Cúcuta Deportivo -como sociedad de la índole que se determine- le entren ganancias poniendo fin a lo ocurrido en el pasado.

Soñar con una institución que tenga su sede propia con campo de entrenamiento, tienda física y virtual y hasta que ayude a generar empleo aquí en la ciudad con la elaboración de las camisetas previo diseño,  para su venta a la afición es pensar con sentido empresarial y social.

Que se acaben los autogoles a los acuerdos y que deje de ser una fuente de recursos para unos pocos que usan la insignia para su beneficio sin importarle el aficionado ni la ciudad.

Aprovechar lo que va a hacer el IMRD y decirle a la Superintendencia de Sociedades:”oiga esto ya es suficiente” y echar adelante con un proyecto de todos y para todos es la mejor solución para nuestro Cúcuta Deportivo.

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Domingo, 6 de Septiembre de 2020
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