Comienza una larga temporada de recogimiento religioso para unos y de vacaciones para otros, durante la cual es importante que se acaten ciertas normas de comportamiento y tampoco olvidar que todavía anda entre nosotros el coronavirus.

Al contrario de lo ocurrido en 2020 cuando estalló la crisis sanitaria que las ceremonias de la Semana Santa desaparecieron de las calles o del año pasado, cuando las restricciones persistieron, en esta oportunidad las procesiones vuelven a tomarse las calles.

Varias situaciones deben tenerse presente en esta ocasión. No mezclar el alcohol con la gasolina (o sea no conducir embriagado) es el más importante para que las carreteras  y calles no terminen convertidas en un camino al calvario.

Esa es una delicada situación que en lugar de mermar sigue ahí latente y con peligro de elevarse, como lo han advertido las autoridades de tránsito en Cúcuta, puesto que durante los fines de semana y en los puentes festivos, los conductores  embriagados pululan por la ciudad.

Para controlar este problema de alta peligrosidad y prestar la vigilancia adecuada en la capital de Norte de Santander, la Policía Metropolitana dispondrá para los días santos  4.000 agentes de la institución.

Para evitar que la delincuencia haga de las suyas en sitios como Cristo Rey, el Cerro Mirador Jesús Nazareno, la Quinta Teresa y el Paseo de los Próceres, donde se prevé la presencia masiva de personas al igual que en los 77 templos religiosos, habrá presencia de las unidades policiales.

Esto resulta muy importante tanto aquí en la ciudad, como en Chinácota y Pamplona, municipios en los que se espera una gran afluencia de visitantes del país y de la región, porque la recuperación del turismo es otro de los fines que  se espera alcanzar en esta Semana Santa de 2022, con la que se quiere romper la ‘congelación’ ocasionada por la pandemia en los dos años pasados.

Por ejemplo, en la ‘Ciudad Mitrada’ como en los viejos tiempos cuando era un destino obligado dentro de la ruta santa y religiosa, esperan en esta oportunidad la visita de por lo menos 30.000 turistas, lo cual significará un importante movimiento económico para los sectores hotelero y del comercio en esa localidad, que podría tener un efecto sobre el aumento de empleos temporales, por ejemplo.

El mismo efecto esperanzador de las actividades santas lo esperan en Chinácota, cuya administración municipal ha calculado por lo menos 50.000 visitantes, para de esta manera tener también este efecto dinamizador.

Semana Santa siempre es una buena fecha para el turismo y esperamos un gran comportamiento tanto de quienes vienen de otros lugares del país, como de los nortesantandereanos que deciden visitar otros municipios, ha dicho Lina Mercedes Silva, que es la directora ejecutiva de la Corporación Mixta de Promoción de Norte de Santander.

Y así como se espera ese movimiento interno, el otro indicador que tendrá una medición en esta oportunidad es el de la salida de cucuteños en esta Semana Santa hacia otros destinos de Colombia y el exterior, para determinar si se mantienen los registros del pasado.

Para no tener dificultades es Semana Santa, es bueno tener presente lo siguiente:

Estar lejos de los excesos. Atender las recomendaciones de las autoridades. Evitar las congestiones. Acudir a las celebraciones religiosas atendiendo los protocolos de bioseguridad. Acatar las restricciones impuestas por las administraciones locales sobre consumo de bebidas embriagantes o de fiestas y reuniones que perturben la tranquilidad.