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Editorial
Lo que el registro dejó
La llegada de nuevos contribuyentes dispara el ingreso del impuesto de rodamiento.
Viernes, 11 de Octubre de 2019

Megacolas en los centros de revisión técnico-mecánica. Eso significa que en Cúcuta y Norte de Santander miles de carros y motos de placa venezolana circulaban por nuestras calles y carreteras como riesgosos agentes contaminadores y peligrosos motivadores de la accidentalidad con frenos largos o defectuosos, problemas mecánicos de toda índole, llantas lisas, entre otros males, aparte de los que no tenían SOAT.

Diez mil vehículos por lo menos no hicieron el trámite. Equivale a que sus tenedores  dejaron todo para última hora y el tiempo les ganó la partida, escucharon cantos de sirena de que posiblemente el plazo se ampliaría, persistieron en el argumento facilista de que esta es una zona de frontera ‘sin dios ni ley’ o simplemente hicieron caso omiso, quedando expuestos a medidas de control aduanero.

Un total de 68.588 vehículos venezolanos quedaron registrados. Por esa operación, las arcas departamentales y municipales tuvieron una inusitada entrada de recursos en una época en que poco o nada se mueven los ingresos provenientes de los contribuyentes. En el solo cobro de los $20.000 por la inscripción inicial, la suma supera los $1.370 millones.

Haciéndole eco a las inquietudes ciudadanas que siempre deben quedar absolutamente resueltas porque los gobernantes se deben a sus gobernados: ¿esa importante cantidad de dinero qué destinación tendrá? La administración, ajustándose a la ley y a los cánones que dictan la ética y la planificación, tiene la perentoria obligación de asignarle el mejor camino a ese ‘bono’ inesperado, en un territorio con tantas necesidades como el nuestro.

La llegada de nuevos contribuyentes dispara el ingreso del impuesto de rodamiento. Todavía no se ha dado a conocer una cuantía del recaudo por concepto de ese tributo que debieron pagar los 43.116 carros registrados y las 18.441 motocicletas, según los datos preliminares, que cumplieron el procedimiento consignado en el Plan Nacional de Desarrollo.

Pero lo cierto es que el monto será muy pero muy importante al ‘dispararse’, sería el adjetivo para calificar el aumento de quienes a partir de ahora se convirtieron en nuevos responsables del pago de ese gravamen, por ser poseedores de automotores de placa extranjera en Unidades Especiales de Desarrollo Fronterizo, como la de esta región del país.

Las secretarías de Hacienda departamental y municipales de las localidades en que los dueños de autos de matrícula venezolana decidieron acogerse al registro, tienen la responsabilidad de explicarles a los ciudadanos qué van a hacer con esas millonarias partidas de recursos, sin olvidar que muchas calles están destrozadas y necesitan urgentemente ser pavimentadas, porque para eso los contribuyentes están pagando.

A la Contraloría, la Procuraduría y las veedurías ciudadanías les espera mucho trabajo con el propósito de tener la lupa bien puesta en esos recursos y aparte de su misión preventiva, estén desde un comienzo atentos a todo lo que se haga o se deje de hacer con dicha plata.

Y dos últimos y no menos importantes interrogantes se acaban de abrir para las autoridades metropolitanas  de tránsito luego de surtirse el trámite del registro:

¿Los registrados carros y motos venezolanos seguirán siendo sometidos al placa día?

¿Los registrados vehículos extranjeros serán objeto de fotomulta cuando cometan una infracción?

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