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Los 110 años

Es de lógica que al Gobierno Nacional hay que hacerle los pedidos y exigencias con el propósito de que pague la vieja deuda que tiene con Norte de Santander.

Cuando el general  Ramón González Valencia era presidente de la República de Colombia, firmó el que podría llamarse ‘registro de nacimiento’ de Norte de Santander, departamento creado por la Ley 25 del 14 de julio de 1910, siendo Víctor Julio Cote Bautista su primer gobernador.

A los 1’346.806 habitantes y a los ya acumulados problemas históricos y estructurales que ha cargado sobre sus hombros la región a lo largo de 110 años, los sorprendió el 2020 con la inesperada crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del coronavirus, quedando marcada esta celebración por aquel indeseable invitado.

En la ceremonia de celebración de esta fecha, el gobernador Silvano Serrano quien es el octavo por elección popular (pues William Villamizar ha sido elegido en dos ocasiones)-hizo un llamado a la unidad y a la solidaridad.

Convertir esta situación en la oportunidad para construir desarrollo, armonía y solución a los problemas, fue el reto que el gobernante les lanzó a los nortesantandereanos, para que al darle una lectura e  interpretación correctas a lo que está sucediendo se entienda que las acciones de cambio más allá de las palabras y del papel, tienen que pasar a los hechos concretos, pero dentro de rigurosos parámetros de  cumplimiento y de favorecer el bien común.

Deberían los congresistas, alcaldes, gobernadores, diputados, el gobernador, los gremios y la comunidad plasmar un documento de compromiso en el que se fijen tareas y metas concretas a desarrollar con el propósito de que tan cacareados y envejecidos problemas encuentren la solución adecuada y se activen las acciones y las estrategias para que la región -rica en materias primas minerales, con un sector rural de altísima potencialidad, un turismo por explotar y un sector servicios de gran capacidad- se encarrile por el camino del progreso.

Es de lógica que al Gobierno Nacional hay que hacerle los pedidos y exigencias con el propósito de que pague la vieja deuda que tiene con Norte de Santander que bien merecido tiene una extraordinaria y cuantiosa inversión gubernamental, que en estos momentos actuaría como un combustible para dinamizar el empleo y la economía local.

Hay miles de motivos para que la administración del presidente Iván Duque, que por ejemplo aquí obtuvo el mayor porcentaje de votos para elegirlo, apoye estructural y financieramente el ‘plan de choque 110’ para Norte de Santander, que es uno de los que está enfrentando todo lo que acarrea la histórica crisis migratoria venezolana. 

El departamento, además, requiere una fórmula propia para las características   especiales de un territorio como el Catatumbo y la zona rural de su capital Cúcuta, que están afectados por la presencia de los cultivos ilícitos, situación que merece de por sí un plan en el que el componente  militar y de la erradicación forzada, sea el último recurso y no la estrategia en sí, en el entendido que de detrás de todo está la pobreza, el olvido estatal, la marginalidad y el desempleo, que convierten a esas comunidades en presa fácil de las organizaciones que manejan el negocio de las drogas ilícitas.

Ojalá a mediados de este siglo XXI Norte de Santander haya superado sus males y sea el reflejo ante el mundo de una Colombia en paz y en pleno desarrollo social, humano y económico.  

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Miércoles, 15 de Julio de 2020
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