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Misión para las JAC

Se esperaría que una de las tareas en mente sea precisamente sacar adelante planes preventivos contra la drogadicción, aprovechando los escenarios deportivos de cada sector.

Cada uno de los sectores de Cúcuta tiene necesidades distintas, pero hay un riesgo que atraviesa transversalmente a la comunidad, como es el peligro de caer en el mundo de las sustancias sicoactivas que tanto daño producen.

¿Y qué tiene que ver eso con las juntas de acción comunal? Esa pregunta la lanzamos para generar una deliberación sobre la urgencia que se tiene de masificar proyectos sólidos nacidos, impulsados y sostenidos en el tiempo por la comunidad para mantener a raya los peligros de la droga y el reclutamiento forzoso a nuestros niños y jóvenes.

El ejemplo más claro lo acaba de dar el barrio Popular, que decidió incursionar con el programa denominado boxeo al parque, que incluye a hombres y mujeres.

Se trata de un boxeo único y nuevo en la ciudad, que se caracteriza por un combate rápido y defensivo, de esquive y contraataque, que ayuda al mantenimiento del cuerpo saludable, cuya práctica es dirigida por el entrenador cubano Rordani Flores, quien salió de Venezuela a raíz de la crisis y ahora está en capital de Norte de Santander.

Y la respuesta directa a la inquietud de si las JAC deben embarcarse en eso la produjo el presidente de la junta del Popular, Sergio Sánchez: “lastimosamente estamos en un tiempo donde vemos cómo algunos  jóvenes se pierden en la drogadicción,  por eso queremos que más personas se nos incorporen, no solo por  salud, también por enfocarse en un buen pensamiento”.

Ahora que estamos a las puertas de las elecciones de miembros de 330 juntas comunales en Cúcuta, el 28 de noviembre, se esperaría que una de las tareas en mente sea precisamente sacar adelante planes preventivos contra la drogadicción, aprovechando los escenarios deportivos de cada sector.

Entonces, los dignatarios que lleguen, ya sean reelegidos o por primera vez, deberían enfocarse en acciones similares, teniendo en cuenta como el crecimiento del microtráfico nos muestra que ese fantasma de la inducción a consumir drogas ilegales, cada vez cerca más a nuestros barrios.

Lo importante es estructurar las propuestas y procurar las respectivas ayudas de la cooperación internacional o de la misma Alcaldía y la Gobernación, o incluso del Gobierno Nacional, porque al surgir de las mismas bases barriales lo lógico es que se puedan alcanzar resultados más favorables.

E incluso, podría llegarse a pensar en un trabajo de equipo concertado entre los barrios que integran cada una de las diez comunas, en donde los presidentes de las juntas en compañía con los ediles lancen esas ideas, las defiendan y empiecen a desarrollarlas, buscando el apoyo previsto para que no sean flor de un día.

Esa gran unión JAC y JAL permitiría la masificación de las estrategias para crear lo que podría llamarse como el ‘gran cordón para prevenir la drogadicción’, en donde los niños, adolescentes y jóvenes de sean vinculados.

Cumplir dicha labor, con la participación misma de los líderes comunitarios y de los habitantes, para la utilización del tiempo libre en prácticas deportivas, culturales y recreativas, por ejemplo, con programas diarios, es inculcar en las nuevas generaciones unos hábitos de vida más saludables, por un lado, y de otro desarrollar sus habilidades deportivas, artísticas  y lúdicas.

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Miércoles, 6 de Octubre de 2021
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