Son alentadoramente buenas y promisorias las últimas noticias sobre el tema siempre lamentable y absurdo del suicidio infantil. Según informes de entidades e instituciones como la Alianza por la Niñez y Medicina Legal, entre los meses de enero y junio de este año, se registraron 33 casos menos de suicidios de menores en comparación con el primer semestre del 2019. Esta estadística corresponde a la Alianza por la Niñez.
Para el informe de Medicina Legal por su parte, resulta también favorable y destaca una reducción del 22,6 por ciento frente al mismo lapso del año pasado. Pero a pesar de estas cifras, los expertos recomiendan no bajar la guardia y antes por el contrario extremar y fortalecer los programas y estrategias de atención y prevención hasta llevarlas a su mínima expresión. Ciento trece casos de suicidio infantil en seis meses de 2020, casi cinco por semana, es un registro preocupante. En ese lapso del año pasado, la cifra fue de 146.
El ideal supremo y por el que es necesario luchar y hacer todos los esfuerzos que se requieran es cero suicidio de niños en Colombia.
Para el logro de este noble objetivo se necesitan con urgencia políticas públicas de ayuda y asistencia a nuestros niños y adolescentes, además del compromiso y la responsabilidad de la familia y la sociedad en general.
Además de los suicidios, los expertos expresan su preocupación y angustia por el aumento de los casos de intento de quitarse la vida entre la población infantil y adolescente. El informe de la Alianza por la Niñez señala que entre 2016 y 2019 se presentaron 34.092 casos. Se trata del 32,9 por ciento del total de los intentos de suicidios en Colombia, cifra que los expertos consideran alarmante.
Los investigadores de la Alianza por la Niñez lograron establecer también la tendencia al aumento de esta problemática. Mientras en 2016 las autoridades identificaron 6.016 intentos, en 2019 esta cifra se trepó a 9.975, lo que significa que se pasó de 16 intentos de suicidio al día – en 2016 – a 27el año pasado.
Sobre las principales causas o motivos que pueden empujar a los niños a quitare la vida se ha escrito mucho y se mencionan como las más frecuentes el desamor, la violencia intrafamiliar, los conflictos sentimentales o de pareja, el mal desempeño escolar, y el aislamiento, que dicho sea de paso no es culpa exclusiva de la pandemia. Este tema seguramente impactará en la problemática, por lo que habrá que referirse a él con más detalles y argumentos en los próximos días o meses.
Como pasa con el aberrante problema de la violación y abuso de menores, para los expertos, el principal escenario de los lamentables episodios de suicidio infantil es el hogar (84,38 por ciento).
La tarea inmediata para todos, Gobierno, autoridades, academia, sociedad civil, es no bajar la guardia y redoblar esfuerzos y voluntades hasta lograr la meta de cero suicidios de niños en Colombia.
