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Nuevo derecho

La falta de cultura de los conductores a quienes cuando van a tramitar la licencia les deberían enseñar que usar el pito.

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 28 de julio de 2022, que todas las personas del mundo tienen derecho a un medio ambiente saludable.

Esta decisión ayudará a la población a defender su derecho a respirar aire limpio,  al de acceder a agua potable suficiente, alimentos y ecosistemas sanos y entornos no tóxicos donde puedan vivir, trabajar, estudiar y jugar, según Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. 

Ahora superpongamos esa determinación sobre el espacio de Cúcuta para contrastarla con algunos ejemplos concretos que incluso han sido noticia en las últimas semanas.

Esto de garantizar un medioambiente limpio, como señala el documento de Naciones Unidas, sí que cae como anillo al dedo en la ciudad y Norte de Santander, porque en ese asunto falta mucho por hacer. 

Por ejemplo, los alcaldes y el gobernador tienen ahí en ese nuevo derecho un punto de apoyo para plantear la aceleración de los trámites de estructuración técnica financiera para la construcción de las plantas de tratamiento de aguas residuales de los ríos Pamplonita y Zulia, tan golpeados por la contaminación.

“El ruido se apoderó de Los Caobos”, es el titular, sobre un hecho bullicioso que ocurre en aquél punto de la ciudad que ha ido pasando de ser sector residencial a zona comercial y de servicios.

Al tener ese claro ejemplo que se repite en sitios como el centro y hasta en los barrios, es evidente que ahora los ciudadanos ya tienen un elemento más contundente al momento de exigir soluciones, porque ya no será reclamar la solución a contravenciones, sino la exigencia de un derecho ratificado por la ONU.

Luego en las determinaciones urbanísticas, económicas y sociales para hacer ciudades incluyentes y resilientes, es lógico que en nuestro caso concreto, la Alcaldía de Cúcuta y Corponor, tendrán que llevar siempre a la mano la resolución de la ONU que les solicita a los Estados miembros redoblar  esfuerzos para garantizar que todas las personas del planeta cuenten con acceso a un “medioambiente limpio, saludable y sostenible”.

Deteniéndonos un instante en el asunto del ruido, hay un par de comentarios: uno, que en realidad hay puntos insoportables que perturban la tranquilidad, y dos, la falta de cultura de los conductores a quienes cuando van a tramitar la licencia les deberían enseñar que usar el pito es en casos especiales y no para hacerlo sonar sin motivo alguno.

Como no todo es malo, ojalá la coincidencia de la instalación de modernos sistemas para medir la calidad del aire de la ciudad con la posterior emisión de ese nuevo derecho por parte de la ONU, lleve a lograr sacar definitivamente de circulación esos vehículos tanto de servicio público como particulares que contaminan por el deterioro y daños que registran.

Hay otros asuntos dañinos que finalmente afectan a todos, como la deforestación o la minería ilegal o  permitir proyectos extractivistas en los páramos, así como no garantizar un ambiente sano y saludable al desviar el agua para consumo humano para otras actividades, muchos de los cuales son permanente amenaza en el departamento.

Esta decisión histórica de la ONU, que no es vinculante, pero sí un elemento que les da sólidas herramientas al ciudadano y a las regiones como la nuestra para fundamentar con mayor vigor los reclamos, va en dirección a construir un entorno más amigable con el ciudadano, en donde convivan sin roce alguno el desarrollo y el medioambiente.

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Domingo, 31 de Julio de 2022
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