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Editorial
Operación Escudo
Que continúen las labores coordinadas entre Ejército y Policía.
Lunes, 29 de Julio de 2019

Para nadie es un secreto que, otra vez, una de las grandes preocupaciones en la región es la inseguridad. Esto se advierte tanto en la percepción ciudadana como en la desafortunada sucesión de acontecimientos ocurridos en la zona de frontera, en el Catatumbo, en Cúcuta, en Ocaña y en otros municipios del departamento.

El Gobierno Nacional, ayer, en una acción dirigida a enviar un mensaje a los habitantes de Norte de Santander de que las autoridades sí están actuando contra las organizaciones al margen de la ley que han ejecutado diversas acciones criminales, incluidos los atentados al oleoducto, entregó el balance de la operación Escudo.

Con ese propósito, los ministros del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, de Defensa, Guillermo Botero, y el fiscal encargado, Fabio Espitia, en compañía de la cúpula militar y del alto mando de la Policía Nacional, destacaron que se trató de la “primera ofensiva articulada e interinstitucional” contra el crimen organizado en esta parte del país.

Aquí hay varios aspectos que deben ser tenidos en cuenta. No bajar la guardia y seguir en este tipo de operaciones, a las que igualmente hay que darles el suficiente soporte y apoyo para la judicialización de estas 143 personas capturadas, según el reporte oficial, a partir del 15 de julio hasta la fecha. Por fortuna en esta estrategia se contó con el apoyo de la judicatura, precisamente para eso, para lograr llevar hasta los estrados judiciales a los responsables y posteriormente enviarlos a prisión a pagar sus condenas.

Que continúen las labores coordinadas entre Ejército y Policía y estos ‘escudos’ antidelincuenciales persistan en perseguir a las estructuras organizadas que en alianza con el narcotráfico insisten en mantener la zozobra y el miedo en diversos lugares de la geografía local. Sería bueno, para la seguridad ciudadana, que se continúen golpeando a la guerrilla del Eln, que en esta oportunidad registró 26 detenidos, entre los que figuran dos de los señalados responsables del ataque al oleoducto que en abril pasado provocó un grave daño ambiental en la zona rural de El Carmen.

El combate a Los Rastrojos  (con 13 detenciones), Los Pelusos (6 detenidos) y las disidencias de las Farc (5 detenidos) no puede detenerse ni ser solo objeto de una misión temporal, sino de una acción continua y contundente, teniendo en cuenta por ejemplo, que situaciones como las que se acaban de registrar en el Catatumbo, con el cierre por más de cuatro días de la carretera a Cúcuta, el derribamiento de una torre de energía y el incendio de dos vehículos, por una protesta de los ‘pategrilleros’ no son de buen recibo por una población que desea vivir en paz y no en la incertidumbre del conflicto.

Ojalá y la siguiente afirmación gubernamental cobre fuerza y se mantenga: “se trabaja para perfeccionar este mecanismo (de la ofensiva articulada e interinstitucional) para derrotar al crimen en todas sus modalidades”, porque lamentablemente la frontera colombiana con Venezuela, en medio de la oleada migratoria, ha recibido también el influjo delincuencial del vecino país, como sucedió hace poco con la temible banda el ‘Tren de Aragua’, que según el Gobierno Nacional fue desarticulada luego “de intentar posicionarse sin éxito” en región.

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