El 28 de julio del 2019 pasará a la historia del deporte mundial, por ser el día en que por primera vez un ciclista de Colombia y de América Latina, Egan Arley Bernal Gómez, ganó el Tour de Francia, la prueba ciclística por etapas más importante del mundo, con una  venerable tradición de más de cien años de existencia. 

Sobre los Campos Elíseos de París, para los franceses ‘la avenida más bella del mundo’, miles de colombianos residentes en varios países de Europa se volcaron ayer emocionados y alegres, mientras en todos los rincones  de nuestro país se siguieron por la radio, la televisión, el internet y las redes sociales los desarrollos de este fantástico acontecimiento. 

Los dos últimos días han quedado registrados entre los más gratos y felices que han vivido los colombianos en toda su historia.

Egan Bernal, con apenas 22 años, nacido en Bogotá y criado en Zipaquirá, se convirtió en el ciclista más joven en ganar la grande boucle después de la posguerra. 

Ayer habló en cuatro idiomas: italiano, inglés, francés y español, para agradecer el apoyo que ha recibido en su corta pero fructífera carrera deportiva.

No fue un gesto de petulancia, sino el reflejo de la personalidad de un joven que no esconde su origen y sabe agradecer a los que le dieron la mano. 

Bernal fue detectado en Italia, cuando practicaba ciclomontañismo, por Gianni Savio, un cazador de talentos del ciclismo y director deportivo de la escuadra Androni Giocattoli Sidermec, que lo pulió y lo soltó en el 2018 al Sky, tras madurarlo como deportista y persona, después de tenerlo en sus filas dos años.

Bernal es todo un buen ejemplo a imitar para la juventud colombiana. Y para todo nuestro país también. 

Logró coronar con éxito el camino de sueños y dificultades que iniciaron hace muchos años Martín Cochise Rodríguez, Fabio Parra, Rafael Antonio Niño, Álvaro Mejía, Oliverio Rincón, Lucho Herrera, Santiago Botero, y Nairo Quintana, entre otros corredores.

No es Bernal un producto del azar. 

Es el resultado de muchos años de entrenamiento, disciplina, esfuerzo, sacrificio, voluntad, constancia y de amor por su tierra y los suyos. 
Es el prototipo del nuevo deportista que hoy les devuelve las esperanzas a los colombianos, en medio de la incertidumbre y el desconcierto.

Tenemos que celebrar que por fortuna este nuevo éxito deportivo aflora también en otras disciplinas como el fútbol, el boxeo, el tenis, el atletismo, la gimnasia, el patinaje, el automovilismo, el béisbol, la natación, el ciclomontañismo, el bicicrós, el ajedrez, en fin, en todas las actividades del músculo.

A Egan Bernal, Nairo Quintana y Rigoberto Urán, los colombianos les damos las gracias por su buen desempeño en el Tour que terminó ayer en París, y los deseos de que nos sigan alegrando con nuevos y más resonantes éxitos.