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Editorial
¡Que paguen!
Diciembre les traerá este ‘regalo’ a quienes acostumbran a sacar la basura antes de tiempo.
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Lunes, 14 de Noviembre de 2022

Tocarle el bolsillo a la gente que en Cúcuta acostumbra a hacer lo que le viene en gana ojalá pueda llegar a ser la alternativa adecuada para que buena parte de la suciedad en las calles desaparezca, utilizando una herramienta que ha permanecido engavetada.


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Diciembre les traerá este ‘regalo’ a quienes acostumbran a sacar la basura antes de tiempo o que usan los canales de agua lluvia como botaderos de desechos y a los que arrojan desperdicios a la calle que van a tapar los sumideros del raquítico alcantarillado pluvial.

Suena muy bien la notificación salida del Palacio Municipal a los infractores, de obligarlos a pagar entre $250.000 y $1’200.000, aplicándoles el Código de Policía en su artículo 111, relacionado con los comportamientos contrarios a la limpieza y recolección de residuos y escombros, y malas prácticas habitacionales.

En estos tiempos en que el clima registra fuertes cambios, precisamente es indispensable que los ciudadanos modifiquen su modo de actuar con la ciudad y el medio ambiente, y entiendan que tienen una parte de responsabilidad en lo que está sucediendo.

Aunque duele que no seamos una ciudadanía consciente ni empática con el entorno, es de esperarse un regreso al civismo que, en contraprestación, obtenga una eficiencia absoluta en la prestación del servicio de aseo en la ciudad.

Por lo visto, ahí tendrá más trabajo por hacer la Policía Metropolitana, que se supone deberá destinar un par de patrullas formadas por policías bachilleres para atender esos casos.

También habrá que hacerse una afinación en los procedimientos, porque muchas veces la gente saca la basura a la hora señalada por el operador, pero los carros recolectores se demoran y, entre tanto, los habitantes de calle rompen las bolsas, esculcan y se van.

A nivel de detalles, para sancionar debidamente a quienes infrinjan el artículo 111, trecho largo por andar, es esencial para el éxito de este proyecto que todos los aspectos sean bien definidos dentro del ordenamiento legal.

Qué bueno sería que por decisión propia los habitantes de la capital nortesantandereana siguieran los códigos de comportamiento ciudadano. Pero como aquí eso no sucede, ojalá la sanción pecuniaria haga caer en cuenta que ser buen ciudadano está más allá de simplemente pagar los impuestos, porque hay que cultivar los valores cívicos y cumplir las obligaciones para construir la convivencia armónica y pacífica.

Es que esa exigencia de acatar los comportamientos no debe ser por zonas, porque se llega a la mala interpretación de que la ley se les aplica solo a unos o que son solo los residentes en el centro los obligados a acatar las normas sobre este caso de la basura. 

También, sería de desear que las entidades que tienen que ver en estos cumplimientos, léase Administración Municipal, Veolia y Aguas Kpital, desarrollaran campañas publicitarias con el fin de ayudar a la ciudadanía a entender lo que dicen las normas al respecto.

Eso debe cubrir a la ciudad en sus cuatro puntos cardinales, puesto que esa segmentación o zonificación de la aplicación, en este caso del Código de Policía, lleva a malas interpretaciones. 

La idea de multar a quienes ensucian a Cúcuta es buena y debe de aplicarse en las diez comunas para que así tenga una mayor efectividad en cuanto a la acción de aconductar y educar a la ciudadana, contando para ello con el respaldo de los comunales y ediles.

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