La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) continúa sacando a flote varios de los misterios que por años rodearon la actividad de la antigua guerrilla de las Farc, como es el relacionado con una aproximación a la verdadera magnitud del reclutamiento de menores.
Ese era uno de los señalamientos y denuncias más recurrentes contra la organización subversiva que en 2016 firmó el Acuerdo de Paz con el Estado colombiano para poner fin al prolongado conflicto armado.
Entre cuando las Farc surgieron en Marquetalia -en mayo de 1964- y noviembre de 2016 fecha en que se ratificó el proceso, con claridad y precisión no hay una cifra real en cuanto a los niños enrolados a la fuerza a sus filas.
Pero sí hay ya un período en donde la JEP con su accionar le permitió dar luz a ese pasaje oscuro, llegando a determinar que entre 1996 y 2016, un total de 18.667 menores de 15 años fueron reclutados por esa organización.
Para llegar a determinar con precisión la dolorosa estadística, la jurisdicción de paz cruzó 31 bases de datos aportadas a través de 36 informes presentados por parte de las organizaciones de víctimas, del Estado, de instituciones universitarias y a la información entregada por las 274 víctimas acreditadas.
18.667 debe de convertirse en un número emblemático, para que quede bien grabado y sirva de referente para advertir sobre como las atrocidades de la guerra interna también dejan a muchos seres y familias marcadas de por vida al haber sido protagonistas unos desde los campamentos guerrilleros y otros desde sus hogares.
Igualmente, debe de tenerse en cuenta que la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP buscará ir más allá para analizar tres grupos de conductas asociadas al reclutamiento: violencia sexual y basada en género; desaparición forzada y homicidio, tortura, tratos crueles, humillantes y degradantes y otros actos inhumanos, para determinar si estas conductas, cometidas en el marco del reclutamiento de niños y niñas, constituyen crímenes internacionales.
Por ejemplo, ahí se descubrió que niños y niñas mayores y menores de 15 años fueron víctimas de conductas que afectaron su autonomía e integridad sexual, tal como abortos forzados, anticoncepción forzada, acceso carnal violento o acceso carnal abusivo. La Sala de la JEP cuenta con más de 50 casos en donde se relacionan este tipo de violencias ocurridas en el marco del reclutamiento por las Farc.
¿ Y saben por qué se concentró el trabajo entre 1996 y 2016?, porque la JEP detectó cuatro picos históricos de reclutamiento forzado de menores en Colombia durante ese lapso de tiempo.
Uno que comienza a crecer desde el año 1997 hasta llegar a su máximo punto en el 2000, con 1.817 victimizaciones. Un segundo pico, en 2002, con 1.201 registros, un tercero, en el 2007, con 1.140 víctimas registradas, y un último pico, en el 2013, con 1.766 víctimas. “Con base en estas cifras se tomó la decisión de la priorización temporal, dado que el periodo de 1996 a 2016 concentra el mayor número de hechos”, precisó el tribunal de paz.
El paso siguiente a seguir por parte de la JEP y que también resultará de la mayor trascendencia, es la fase de la investigación en una lógica territorial, definida en función de los bloques en los cuales se estructuró la organización de las Farc, iniciando por el Bloque Oriental que concentra el 50% de los registros.
Ahí podríamos saber cómo sufrió Norte de Santander por esos hechos.
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