Mañana se llevará a cabo la consulta interna del Partido Liberal, que aunque muy criticada por su relación costo-beneficio, tiene por objeto escoger entre Juan Fernando Cristo y Humberto de la Calle, su candidato a la Presidencia de la República.

En el siglo pasado, hace 31 años, Norte de Santander contribuyó masivamente a la elección de un coterráneo a la presidencia. Este fue Virgilio Barco Vargas, quien en nombre del Partido Liberal obtuvo la que, para ese momento, fue una de las votaciones más numerosas en unas elecciones presidenciales, contra su contendor, el conservador Álvaro Gómez Hurtado.

Barco en 1986 y en 1904 Ramón González Valencia ungido por el Senado, fueron los únicos nortesantandereanos que alcanzaron la máxima distinción de la república en los 117 años que han transcurrido desde el comienzo del siglo XX.

Mañana, en las elecciones que se llevan a cabo entre los liberales, Norte de Santander tiene la posibilidad de que otro nortesantandereano, el cucuteño Juan Fernando Cristo Bustos, dé el primer paso en lo que desde ahora se avizora como una de las elecciones presidenciales más complejas y disputadas, que se efectuarán el próximo mes de mayo de 2018.

Sean muchas o pocas las posibilidades que en este momento pareciera tener el partido, si se gana la consulta liberal con Cristo, estaremos llevando a uno de los políticos más importantes que ha tenido esta región a pasar a la segunda etapa dentro de esta carrera por la Presidencia, en la que hasta ahora, por lo que se ve, no hay un solo partido que piense ganar sin coaliciones.

Y eso justamente sería lo que viene después de estas primarias del partido. Por eso hay que ganar la consulta, porque no sabemos cuántos años tendrán que pasar para que otro cucuteño pueda ser aspirante a la primera magistratura. 

Cristo, un cucuteño de 53 años, ha realizado una brillante carrera política; ha sido senador por cuatro períodos consecutivos; presidente del Congreso y Ministro del Interior en los últimos 3 años del mandato del presidente Santos. 

Por su iniciativa se creó la Ley de Víctimas y también fue clave su contribución en el Proceso de Paz con las Farc, cuya aprobación en el Congreso ha sido una ardua tarea, en la que también ha tenido una intervención definitiva. Estas iniciativas han marcado en los últimos años cambios significativos dentro de la vida política y social del país.

Esto podrá hacernos sentir regionalistas, pero en manos de los liberales nortesantandereanos está la posibilidad de sacar adelante la aspiración de un coterráneo destacado a nivel nacional, de llegar a la Presidencia de la República. 

Por ello, esta casa editorial, fiel a los principios con los que fue fundada y en los que se ha mantenido por casi sesenta años, siempre pensando en un futuro mejor para la región, se atreve a hacer una apuesta por Cristo, con la firme convicción de que su aspiración servirá mucho a esta región, casi siempre olvidada y relegada por la mayoría de los gobiernos de turno.