La de ayer fue una elección presidencial que marcó varios hitos históricos en Colombia, donde la democracia salió fortalecida. Ni un solo hecho de violencia empañó los comicios del domingo. Son los comicios más tranquilos de las últimas décadas, producto de no estar la guerrilla de las Farc, de la tregua del Eln y de la vigilancia desplegada por las Fuerza Militares en el territorio colombiano. Ni una mesa se trasladó por razones de orden público.
Otro dato histórico, la participación de los votantes derrotó la tradicional abstención, al consignar la Registraduría que un total de 19’604.376 de ciudadanos asistieron a las urnas a esta cita con la democracia colombiana, cuando el censo electoral es de 36’783.940 personas habilitadas. Porcentualmente, la votación indica el 53,29 por ciento, lo cual comprueba un despertar ciudadano que entiende que el voto es una herramienta de expresión y de búsqueda de cambios o de ratificación de políticas en los frentes económicos, sociales y políticos.
Muchos jóvenes dejaron las redes sociales como escenario natural de expresión y de debate, para manifestarse marcando el tarjetón en los cubículos. “Queremos que sea la elección con mayor participación en la historia de Colombia”, había dicho el presidente Juan Manuel Santos, y los resultados finales fueron la respuesta a lo que había pregonado el jefe de Estado colombiano.
El Ministerio del Interior le dio piso a lo expuesto de que sí fueron unas elecciones pacíficas. “Se disminuyeron en el ciento por ciento las alteraciones de orden público, comparado con las elecciones anteriores. Se disminuyeron también en el ciento por ciento, las afectaciones por los ataques a candidatos u organizaciones políticas. Por este solo hecho ya esta jornada electoral es un triunfo de la democracia”.
Aquí es importante acudir al contexto estadístico que nos muestra como en la primera vuelta de 2010, de un potencial de 29’983.279, el total de votantes sumó 14’781.020 para una abstención del 50,70 por ciento, que ayer marcó el 46,71 por ciento. En Norte de Santander, ese porcentaje alcanzó el 54,18 para un total de 626.355 de sufragantes, siguiendo la tendencia nacional del importante crecimiento de quienes salieron, ayer, a participar en las elecciones del 27 de mayo. Además, las encuestas, que en diversas oportunidades son objeto de severos cuestionamientos al quedar en el ojo del huracán, en esta ocasión coincidieron con los resultados en las urnas que mostraron a los aspirantes presidenciales Iván Duque y Gustavo Petro como competidores en la segunda vuelta presidencial.
Y aquí se encuentra otro acontecimiento político. Por primera vez, la izquierda en Colombia pasa a la segunda vuelta, pues desde cuando se habilitó en el país este sistema, el expresidente Álvaro Uribe Vélez derrotó en primera vuelta a Carlos Gaviria, quien en esa ocasión fue aspirante del Polo.
Hablando de Petro, también la jornada de ayer desmontó las advertencias que el aspirante de la Colombia Humana había advertido de un presunto fraude electoral. Lo cierto es que no hubo problemas con el software de la Registraduría Nacional del Estado Civil, que hora y media después de cerradas las urnas ya había dado a conocer el resultado del 99,5 por ciento, en los que Duque obtuvo 7’566.704 votos y Petro 4’849.652 votos.
