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Seguridad metropolitana

Acaba de hacerse público que estos municipios metropolitanos actúan cada uno por su parte en las acciones para enfrentar y contener la inseguridad que golpea a sus habitantes.

El ciudadano de a pie creería  que cuando se habla de área metropolitana eso implica coordinación y adopción de políticas públicas concertadas entre los municipios que hacen parte de esas organizaciones cuyo régimen está contemplado en la Ley 1625 de 2013. Pero, ¡oh sorpresa!, resulta que no siempre es así.

En el caso particular de Cúcuta, Los Patios, Villa del Rosario, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander, acaba de hacerse público que estos municipios metropolitanos actúan cada uno por su parte en las acciones para enfrentar y contener la inseguridad que golpea a sus habitantes.

El primer Diálogo de Frontera, un espacio convocado por La Opinión, Border Lab, El Espectador y la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), sirvió para poner en evidencia pública ese hecho, como lo afirmara Mario Zambrano, director del programa ‘Cúcuta Cómo vamos’.

“Actualmente, cada municipio elabora un plan por separado, como si los problemas metropolitanos fueran segmentados, cuando realmente las dinámicas son interdependientes y complejas con la zona de frontera y con el Catatumbo y por eso es clave pensar en una mirada metropolitana y transfronteriza”.

En lugar de ese desgaste, duplicidad de esfuerzos y accionar unilateral como si no fueran localidades hermanadas, las administraciones deberían proceder a estructurar ese gran programa de seguridad y convivencia de carácter metropolitano, que sin lugar a dudas conllevará a obtener mejores resultados desde los ámbitos operacionales contra la delincuencia y de la ejecución de estrategias contra los factores que afectan la seguridad.

Tienen en sus manos una importante tarea para emprender los seis alcaldes metropolitanos y dar ese vuelco a la lucha contra la delincuencia común y organizada, ya no en solitario, sino de manera unificada.

 Esa gran alianza metropolitana contra las organizaciones que delinquen en aspectos como el microtráfico, la extorsión, el hurto, la trata de personas, el contrabando de mercancías y de armas, así como la guerrilla y las bandas criminales, podría llegar a tener unos mejores resultados que a la postre llevarán a que la ciudadanía empiece a sentirse realmente segura.

Hoy eso no pasa, como lo reseñan los datos de la encuesta  ‘Mi Voz Mi Ciudad’, en el sentido de que el 80% de los cucuteños se siente inseguro, lo cual es obvio con todos los hechos que contra la vida, honra y bienes de los ciudadanos se registran en la capital de Norte de Santander y los municipios vecinos.

 Ya sabiendo que en la frontera colombo-venezolana hay 28 grupos armados ilegales que se aprovechan de la anarquía para imponer su ley, una de las opciones lógicas es que haya una política de seguridad metropolitana.

Es indispensable una acción gubernamental local de esa naturaleza, porque todos estos territorios de una u otra forma terminan siendo afectados por la influencia delincuencial y criminal que esos factores de violencia irrigan y que producen casos tan exóticos como el de la balacera entre guerrilleros del Eln y miembros de la temible banda del Tren de Aragua, en plena autopista Internacional, por ejemplo.

No hay que perder tiempo y el llamado es a poner manos a la obra en dicha iniciativa que además enviará un mensaje positivo a los potenciales inversionistas que tienen en la seguridad uno de los puntos esenciales al momento de considerar montar industrias o negocios en determinadas regiones.

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Miércoles, 4 de Agosto de 2021
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