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Tomando el pulso

La anunciada posibilidad de reabrir la frontera aumenta confianza de consumidores.

Pulso Social y otras mediciones precisas sobre los comportamientos de la economía y sus diversos indicadores elaborados por parte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en la gestión del director, Juan Daniel Oviedo.


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Por estos documentos que finalmente ayudan a entender más lo que ocurre de puertas para adentro en los hogares colombianos, lo han puesto entre los funcionarios mejor calificados del gobierno del presidente Iván Duque que entrega su mandato el 7 de agosto.

Para Cúcuta y Norte de Santander ese tipo de mediciones han servido para contar con mayores elementos valorativos sobre la percepción y la realidad que se vive frente a distintos fenómenos puntuales que afectan a los habitantes de esta zona del país, que indudablemente son distintos a los del interior del país, por ejemplo.

La anunciada posibilidad de reabrir la frontera aumenta confianza de consumidores, es algo que tiene que ver con nuestro comportamiento muy regional, siendo detectado por el organismo estadístico oficial.

Cómo será de sensible este asunto para la perspectiva económica y social que el solo hecho de los anuncios de la nueva administración y de los movimientos dados hacia la normalización y restablecimiento de relaciones, nos pusieron en lo más alto de la tabla  nacional con el 43,6%,en el Índice de Confianza del Consumidor.

Es de tal magnitud esa espera de que cese el rompimiento de las relaciones diplomáticas y que las mercancías vuelvan a fluir por los puentes internacionales, que unas tres cuartas partes de los hogares en Cúcuta consideran que la situación económica será mejor o mucho mejor en los próximos 12 meses, algo que efectivamente ayuda a mejorar las mismas condiciones socio-económicas en la región.


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Es decir, queda evidenciado ahí que el ‘efecto fronterizo’ no es algo  accesorio sino estructural para la vida misma de la región, como lo marca el hecho de tener tan alta expectativa de unos tiempos menos complicados.

Y ojalá que una vez arranque la nueva dinámica colombo-venezolana, dicha temporada arroje brisas que ayuden a frenar y empezar a disminuir delicados problemas, obviamente con el apoyo de políticas nacionales que corrijan las fallas y debilidades protuberantes existentes.

Por ejemplo, hay una escasa capacidad de compra en el área metropolitana de Cúcuta, donde de acuerdo con Pulso Social del DANE, 41,1% % de los jefes de hogar y sus cónyuges no tienen posibilidades de adquirir vestuario, alimentos y otros artículos de primera necesidad, en comparación con hace un año.

El empleo, la disminución de la informalidad en concordancia con el fortalecimiento empresarial, y el impulso de la producción agropecuaria integral y la agroindustria, hacen parte del coctel de mayor capacidad para romper ese círculo vicioso de esos dos problemas.

Pero obviamente la educación desde los puntos de vista de la universalización, el mejoramiento de la calidad y la gratuidad, es uno de los ingredientes vitales para esta fórmula, puesto que el propio Pulso Social confirmó lo que la realidad nos dice: en Cúcuta persisten los bajos niveles de  educación, asunto que requiere una corrección inmediata.

Mucho hay por hacer. Además, son indispensables también las grandes obras de infraestructura por parte del Estado colombiano en esta parte del país que sirven para darle impulso a regiones como la nuestra para atraer a inversionistas nacionales e internacionales con el fin de consolidar el aparato productivo local, vigorizar la creación de puestos de trabajo y pagar la deuda social por la exclusión, la miseria y el hambre.

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Sábado, 30 de Julio de 2022
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