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Traslado de placas

Si los dueños de esos automotores residen en Cúcuta o en municipios del área metropolitana o en Ocaña y Pamplona, por ejemplo, por qué no hacen el esfuerzo y le tributan a esta zona del país que es en donde se encuentran.

Es común que por las carreteras y calles de departamentos y municipios circulen carros con placas de otras ciudades  que no dejan ni un centavo en impuestos, sino que alimentan las arcas de localidades a las que muchos de esos propietarios ni siquiera han vuelto a ir.

Ese es un argumento importante para que la administración del gobernador Silvano Serrano se encuentre en el proceso de motivar  el traslado de placas a los propietarios de vehículos matriculados en Bogotá, Bucaramanga, Cali, Ibagué y Villavicencio -por ejemplo- que reciben los pagos, pero no la carga que significa para las vías de Norte de Santander la circulación de ese parque automotor.

Si los dueños de esos automotores residen en Cúcuta o en municipios del área metropolitana o en Ocaña y Pamplona, por ejemplo, por qué no hacen el esfuerzo y le tributan a esta zona del país que es en donde se encuentran, haciendo el respectivo trámite para traer las carpetas.

Debemos admitir que muchas veces a las personas no les interesa efectuar este trámite, ya sea porque a veces los requisitos son engorrosos o porque económicamente no tendrían las posibilidades de hacerlo.

En ese sentido, precisamente la Asamblea aprobó la Ordenanza 010 de 2018 que contempla los beneficios para impulsar a que se cumpla ese cambio de matrícula.

El acto administrativo señala que los propietarios de vehículos con placas diferentes al departamento que trasladen las matrícula a nuestra jurisdicción se les otorgará como incentivo un descuento del  50 % del valor del impuesto de los 3 años siguientes al traslado, más el 20 % por pronto pago de ese tributo. Se estaría hablando, entonces, de un 70 por ciento de descuento durante tres años. 

Los propietarios pueden hacer el traslado a cualquier oficina de tránsito de Cúcuta, Los Patios, Villa del Rosario, Pamplona y Ocaña, entre otros municipios que recibirán los documentos del traslado y la nueva tarjeta de propiedad.

Ojalá la meta se cumpla para darle una mejor organización al parque automotor en la región y así alcanzar unos mayores ingresos en el impuesto de rodamiento, los cuales en estos tiempos son necesarios para el desarrollo de los planes previstos con estos dineros.

En ese sentido también deberá esperarse que muchos de los carros cuyos dueños viven en la región pero sus placas son de otra parte del país, no vayan a tener excesivos montos pendientes por el impuesto que le deben de pagar a Bogotá, por dar un ejemplo, puesto que ahí pudiera surgir el cuello de botella económico que dificultara el procedimiento.

Aunque ellos pueden verse favorecidos también en ‘los lugares de origen de su carro’ por las rebajas y disminuciones en el monto de las deudas acumuladas para de esta manera tener una facilidad de hacer el traslado.

El ejercicio es importante porque para una región como la nuestra con tantas necesidades pendientes de solución, resulta saludable para las administraciones departamental y municipal que las entradas por este tipo de impuestos se incrementen, no necesariamente por el reajuste en el monto cobrado sino por la ampliación de la base gravable.

Y a propósito,  ¿qué pasó con  el registro de los vehículos (carros y motos) venezolanos? ¿En qué terminó ese tan cacareado procedimiento? Interesante averiguar sobre este tema.

Jueves, 18 de Febrero de 2021
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