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Editorial
Un altísimo riesgo
Es hora de que la Gobernación y las Alcaldías del área metropolitana le pidan al Gobierno Nacional que acelere el proceso para habilitar el laboratorio de pruebas de coronavirus en la región.
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La opinión
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Martes, 14 de Abril de 2020

Chitagá es uno de los municipios que dio  ejemplo en el manejo de la distribución a los padres del familia de las raciones del Plan de Alimentación Escolar (PAE) para sus hijos. 

A las afueras del colegio se veía como la gente guardaba los dos metros de distancia requeridos para prevenir el contagio con el coronavirus, pero lastimosamente lo mismo no sucedió en otras partes del departamento.

Lo vimos en Villa del Rosario, en el colegio Integrado San Antonio, del barrio Gramalote, donde las personas se agolpaban para ingresar, en un dramático cuadro pandémico cuyas consecuencias se desconocen por el momento.

En este caso en específico, no había ni un solo miembro de la Policía Nacional para poner orden y exigirles a los padres de familia que hicieran la fila dentro de los cánones previstos en estos momentos de crisis sanitaria, en donde el cuidado es indispensable para evitar un desbodamiento en el contagio. 

Esta particular situación debe servirnos para recalcar en la necesidad de acatar la cuarentena obligatoria y no violar las normas restrictivas contempladas en el pico y placa y el pico y cédula, que buscan reducir la presencia de ciudadanos en las calles y en los espacios públicos.

Pero lo que continúa ocurriendo, es ya de tintes cinematográficos, puesto que muchos parecieran querer mostrar su presunta inmunidad o dárselas de superhéroes creyendo que el virus no los tocará o que eso es solo un pasaje de ciencia ficción que no tiene nada que ver con nosotros.

Para aquellos incrédulos o que piensan que la COVID-19 es un juego, hay que advertirles que de acuerdo con las cifras suministradas por el Ministerio de Salud, hasta ayer los contagiados en Colombia ascendían a 2.852 y 112 muertos.

En Norte de Santander tenemos 43 casos, 33 de ellos en Cúcuta, 1 en Puerto Santander, 3 en Los Patios, 2 en Villa del Rosario y cuatro fallecidos, entre ellos uno en Ocaña y otro que fue considerado como caso importado desde San Antonio del Táchira.

Aquí es donde las medidas de aislamiento y distanciamiento social tienen que acatarse porque el virus ya se encuentra entre nosotros y los riesgos de contagio son más altos, razón por la cual los expertos insisten en la necesidad de la cuarentena.

Pero en una región fronteriza como la nuestra sería fundamental que se habilitara el laboratorio de salud pública para la comprobación y verificación de las pruebas. Mucho llegó a hablarse sobre esto, inclusive de la asignación de recursos por parte del Gobierno para ponerlo en marcha, pero de un momento a otro el silencio es lo único que se oye sobre el particular.

Uno de los aspectos fundamentales señalados por los especialistas en que entre más exámenes se hagan entre la población y la rápida obtención de los resultados, mejores logros podrán conseguirse al momento de enfrentar el virus con datos en la mano.

Así sería factible reducir los tiempos de espera entre el momento en que se le hace la prueba al paciente y el momento en que se conoce si es positivo o no, permitiendo aplanar el subregistro estadístico generado por esa misma demora, puesto que todas las muestras hay que enviarlas a Bogotá.

Es hora de que la Gobernación de  Norte de Santander y las Alcaldías del área metropolitana de Cúcuta junto con los diputados y concejales se dirijan a los ministerios de Salud y Hacienda para que les insistan en la aceleración de los  trámites, porque la ola pandémica no da espera y menos en una región como la nuestra, que en todos  los aspectos merece una atención especial por su misma posición territorial.

 

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