Alrededor de veinticuatro mil empleos directos genera en Cúcuta la producción de calzado, lo cual evidencia la importancia trascendental de ese renglón económico.
Nacionalmente siempre se ha ponderado la calidad y el diseño de los zapatos cucuteños que se elaboran en los tradicionales talleres situados en diversos barrios de la ciudad.
Ahora, la Universidad del Calzado es la idea que, al estilo de la antigua Ciudadela del Calzado, se planteó para explotar adecuadamente este perfil empresarial de la capital de Norte de Santander y así lograr que sea un foco de la inversión en tecnología, diseño, capacitación y potencialización del capital humano que, sin duda, es el más importante motor de esa industria.
En esa misión comenzó a trabajar el Centro Tecnológico de Cúcuta que tendrá a cargo todo lo relacionado con los programas académicos para ese programa que ha planteado el alcalde Jairo Yáñez y que contará con el apoyo de expertos brasileños y que tiene el respaldo de las agremiaciones locales.
La Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, la Corporación de Industriales del Calzado de Norte de Santander y la Asociación de Peleteros de Cúcuta, ya fueron enterados de la propuesta gubernamental en un encuentro en el que se hicieron presentes voceros de la Asociación Brasilera de la Industria del Calzado.
Es importante el objetivo de intercambiar experiencias, transferir conocimientos con los clústeres manufactureros de calzado y confecciones, además de coordinar la visita estratégica que el gremio local hará en diciembre a Novo Hamburgo (Brasil).
Ojalá que se alcancen las metas propuestas, entre las que se encuentran el hermanamiento con la Universidad de Curitiba para que el centro universitario del calzado cucuteño camine a la perfección.
La estructuración académica es de vital importancia puesto que estará enmarcada dentro de los requerimientos de un renglón económico local específico, tan importante para lograr el trabajo coordinado entre la universidad y el sector productivo.
El Centro Tecnológico ha identificado áreas como el patronaje de prendas industriales, marroquinería, cursos de alta, baja y mediana complejidad, operarios de guarnición de calzado, cursos de manual de piezas de cuero, diseño, para la estructuración del proyecto educativo que tendrá asesoría brasilera.
Ya lo ha dicho Patricia Peñaranda, directora de Corpoincal, que es indispensable replicar el conocimiento, la experiencia, y el avance tecnológico de Brasil en el campo del calzado.
Es indudable que Cúcuta requiere del rescate y recuperación de las diferentes líneas que integran el tejido empresarial, asunto de la mayor importancia para atraer inversión, abrir fuentes de empleo, impulsar la productividad y alcanzar óptimos niveles de competitividad nacional e internacional, que en últimas servirán para contener, disminuir y abolir males como la pobreza, el desempleo y la informalidad que tanto nos golpean.
Todo lo que se haga en beneficio de la ciudad de manera mancomunada entre el Estado, el sector privado, la academia y la ciudadanía significa un paso -ya que estamos hablando de calzado- en la dirección correcta y es la clara manifestación de que el valor agregado no es solamente el proceso innovador que se ponga a una mercancía, sino esa decisión local de trabajar en unidad, empezando a marcar el mismo norte para todos.
