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Editorial
Vías terciarias
Para los catatumberos resulta muy importante la estrategia Catatumbo Sostenible, que contempla 1,7 millones de dólares del Fondo Multidonante.
Miércoles, 16 de Octubre de 2019

Las vías terciarias asustan a la coca: a mayor inversión en los territorios, menos economías ilegales. Estas palabras fueron pronunciadas por el consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, en el acto en que anunció la asignación de recursos para  proyectos relacionados con la implementación del acuerdo de paz con las Farc, en el Catatumbo.

Siguiendo en esa senda, podemos decir que unos buenos caminos son amigos de la productividad en el campo y de la posibilidad de eliminar intermediarios, porque así podrán llevarlos a los centros de consumo o puntos de acopio en los municipios, sin debilitar su economía básica ni generar ganancias extraordinarias a otros y exiguos ingresos para ellos.

Norte de Santander ha pagado caro ese atraso vial. Aunque lo bueno, y que es necesario destacar, es la decisión del Fondo Multidonante de asignar recursos por más de $5.600 millones para la red terciaria en los municipios de Hacarí, San Calixto, El Carmen y Convención, aparte de las que se harán en Tibú y Sardinata.

Esta inversión en vías rurales tiene que resultar provechosa para estas localidades que han resultado afectadas por el conflicto armado y la presencia de cultivos ilícitos, porque consiste en una solución directamente ligada a la necesidad de rescatar del aislamiento a ricas zonas productoras, lo cual abrirá posibilidades ciertas de desarrollo en aquellos territorios.

Para los catatumberos resulta muy importante la estrategia Catatumbo Sostenible mediante la cual se harán realidad las obras priorizadas por las comunidades de ocho municipios dentro de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).

Resulta trascendental que así como para aquella área nortesantandereana pareciera que la única solución a todos los problemas era de carácter militar y de fuertes dispositivos de seguridad, ahora empiecen a irrigarse recursos en electrificación rural, para el arreglo de carreteras veredales, créditos para los campesinos, titulación de los predios en que se levantan varias escuelas y planes de restitución de tierras.

Acciones así apuntan hacia la ruta correcta porque comenzarían a conjurarse algunos de los factores que hacen parte de las necesidades básicas insatisfechas y al lograrse una fortificación de los proyectos previstos pues cada día los habitantes de tan emblemática podrán comenzar a advertir que vale la pena la construcción de un futuro en el que quepan todos, en un territorio en donde ya es hora pasar la hoja, con el fin de aislar a los violentos y emprender la ruta a un desarrollo sostenible.

Esto se comprueba con lo afirmado por el alcalde de Convención, Hermes García, cuando al hablar de los planes que incluyeron la multiplicación de recursos para las vías que comunican a los campesinos y para que la luz llegue a 1.200 hogares de Teorama, El Carmen, El Tarra y Ábrego, dijo: “se están viendo acciones concretas para la materialización de la paz en la región”.

El Catatumbo merece y eso y muchísimo más. Su población es gente trabajadora que de sol a sol y soportando inclemencias como las generadas por los grupos armados irregulares, el narcotráfico y los traficantes de armas y de especies nativas, no cede en la búsqueda de metas para la construcción de un territorio de paz donde reinen la educación, el trabajo, la legalidad, la salud y la sostenibilidad.

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