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Ahora me toca escribir una nueva historia: Rolando Ochoa
El acordeonero describió a Martín Elías como "un muchacho muy sencillo, berrochón y descomplicado".
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Colprensa
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Viernes, 9 de Junio de 2017

“Nunca como ahora, Martín Elías estuvo metido tan de lleno en una de sus producciones discográficas”.

Así se expresó el acordeonista Rolando Ochoa, refiriéndose a su finado compañero de fórmula Martín Elías Díaz y al disco compacto “Sin límites”, cuya audición fue realizada en el hotel NH Collection, de la ciudad de Barranquilla, donde la empresa disquera Sony Music presentó a los medios de comunicación algunas de las canciones que hacen parte de esa producción discográfica, que estará en el mercado el próximo 16 de junio.

Una de las canciones que más generaron comentarios entre los periodistas fue el fandango “La fundillo loco”, de la autoría del desaparecido cantautor cartagenero Joe Arroyo, de quien, según Rolando Ochoa, Martín Elías era ferviente admirador, pero acotó, además, que el tema fue el preciso para complacer a la fanaticada barranquillera.

Otra de las curiosidades que trae el nuevo disco se titula “Bendito corazón”, una canción que en un principio había sido compuesta por Rolando Ochoa para la cantante de música de despecho Paola Jara, pero Martín Elías la escuchó y le gustó tanto que decidió que la grabaría.

“Entonces -contó Ochoa-, con mucha pena tuve que llamar a Paola para decirle que ya no la grabara, porque Martín la quería para su nuevo CD. Lo otro fue meterme en el estudio para adaptarla a vallenato y afortunadamente no fue tan difícil”.

Ochoa trajo a colación que Martín Elías se interesó por la música de despecho durante una presentación en el interior del país, donde alternó con un grupo de ese género y observó cómo enloquecía la gente con ese sonido y esas estrofas. “Compadre Rola –me dijo-, tenemos que grabar algo así para meternos a este público en el bolsillo”.

“El ton ton” y “Báilame” son otras dos canciones de la autoría de Ochoa, pero especificó que la primera es la que está visualizada como tema objetivo del CD, aunque resaltó “La eléctrica”, de Omar Geles; y “Al fin llegaste tú”, de Diego Daza, un compositor que gozaba de gran admiración de parte de Martín Elías.

El acordeonista reiteró que lo que más recuerda del proceso de esta producción es que “Martín Elías estuvo metido de lleno en ella. Era el primero que llegaba al estudio y el último que se iba. En otras producciones solamente llegaba, grababa y se iba. Pero esta vez estuvo pendiente hasta de los más mínimos detalles”.

Sostuvo que el joven cantante, en los días que antecedieron su trágica muerte, “estuvo muy preocupado por las cosas de Dios. Para todo mencionaba a Cristo. Incluso, en una de estas canciones hace varias menciones a esos temas y hasta cierra la vocalización con un amén”.

Lo describió como “un muchacho muy sencillo, berrochón, descomplicado, pero cuando estaba en la tarima era muy exigente con su trabajo y con el de los compañeros. Eso sí, también prestaba oídos cuando uno le hacía recomendaciones para que mejorara sus presentaciones. Era un pelao muy llevadero y para nada arrogante”.

Hablando de sí mismo, Rolando Ochoa anotó que la gente lo considera uno de los pocos acordeonistas líderes que quedan, en el sentido de que no se ha dejado opacar por la figura de los cantantes, que son los protagonistas del vallenato en estos momentos.

“El que yo sea acordeonista, productor y compositor son cosas que se dan cuando uno recibe la luz de Dios. Yo nunca he pensado en competir con nadie, ni en estar por encima de nadie. Solo he querido hacer mi trabajo bien, y las cosas se me han dado. Por no andar compitiendo es que nunca se me ha dado por presentarme en festivales, porque no es lo mío”.

Respecto a su trabajo, aseguró sentirse bien con sus tres facetas artísticas, “porque cuando compongo, me anima saber que mucha gente se va a alegrar con mis canciones y mis colegas van a enriquecer sus repertorios; cuando soy productor, me doy la oportunidad de desarrollar toda mi creatividad; y cuando soy acordeonista, concreto el sueño que tuve desde niño viendo a mi padre tocar y vocalizar sus propias canciones”.

En este último aspecto, el hijo del juglar Calixto Ochoa se confesó gran admirador del desaparecido acordeonista guajiro Juancho Rois, pero más que todo del estilo de Diomedes Díaz.

“Y dio la casualidad de que cuando empecé a admirar el estilo de Juancho, este era el compañero de Diomedes. Cuando Juancho muere, viene a reemplazarlo Franco Argüelles, que era otro de los buenos alumnos de esa escuela, y también lo seguí. Pero cuando se separa de Diomedes ya yo empezaba a grabar mis propias producciones. Uno de mis primeros cantantes fue Diomedes Dionisio, hijo del Cacique. Después, vino Rafael Santos. Seguidamente, Martín Elías. Y ahora me acabo de unir con Elder Dayán, otro de los hijos de Diomedes”.

Con esta nueva unión, el acordeonista espera seguir creciendo musicalmente y, sobre todo, crear nuevas propuestas, “porque ya todo lo que le iba a dar a Martín Elías se lo di en vida. Obviamente, con Elder Dayán me tocará interpretar sus canciones, porque el público las va a pedir, pero la idea es que escribamos una nueva historia”.

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