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‘El Brayan’, un ciberhumorista que se hizo a punta de memes

Este influenciador tiene el propósito de hacer reír a la gente con humor blanco.

En la actualidad, las redes sociales abarcan gran parte de los temas que buscan los niños, jóvenes, adultos y hasta ancianos en Internet.

Por eso, cientos de influenciadores se han dedicado a enseñar, desde cómo peinarse hasta cómo usar el tenedor al comer una ensalada. Incluso, hacen de estas producciones su medio de trabajo. Como ejemplo están los ‘Youtubers’, quienes usan una plataforma en Internet para volverse populares, crear una imagen, emprender un camino hacia la fama y de paso ganar algo de dinero.

Este es el caso de ‘El Brayan’, quien usa su ingenio para sacar una sonrisa a los cibernautas desde sus cuentas de Twitter e Instagram @_ELBRAYAN_; allí se ha vuelto tan reconocido entre los usuarios de estas redes sociales, que después de años de trabajo, mantiene la expectativa en sus seguidores que viven pendientes de lo que postea, publica o dice.

Este joven bogotano empezó su proyecto en el anonimato, dedicado a informar, molestar y hasta divertir a las personas con cosas de la cotidianidad, el trabajo, la escuela o universidad.

“Mi cuenta es un 90% contenido colombiano. Trata del día a día, acontecimientos normales, coyunturas”.  ‘El Brayan’ no le apuesta al humor negro pues intenta siempre divertir a sus usuarios con “un contenido demasiado blanco. Cosas que pasan en la vida”.

Lleva más de siete años mostrándose entre la juventud cibernauta a través de memes, en una serie de publicaciones en las que se mofa de la cotidianidad del ciudadano, de las cosas comunes, lo que le pasa a todo el mundo y puede ser divertido o curioso.

Con 21 años, comenta que lo que lo ha posicionado en las redes ha sido el acercamiento con sus seguidores. “La idea es que ellos se sientan afortunados porque al final yo soy como un amigo más”.

Los inicios de ‘El Brayan’ en redes

Facebook fue de las primeras plataformas en las que ‘El Brayan’ incursionó,  y mientras administraba sus páginas en esta red social, las alimentaba con contenidos propios y les hacía seguimiento, tuvo el infortunio de ver su trabajo tirado a la basura cuando se las clausuraron.

“Luego de que me las cerraron creé una cuenta en Twitter, como en el 2011, y empecé con un usuario común y luego lo pasé a ‘El Brayan’, pero haciéndolo de manera anónima”, comentó.

Instagram, una aplicación creada para compartir momentos en fotografías, lo exploró pero no le vio gran relevancia para su trabajo.

“No le veía tanto futuro porque era como pura gente linda la que la usaba y pensaba, ‘¿qué voy a hacer ahí?’ Entonces inicié publicando capturas de pantalla de los tuits. Así comencé a crecer”, afirma con risa.

El semestre que dicen perdió por hacer memes

En Internet y algunos medios de comunicación nacional, estuvo rondando la noticia de que ‘El Brayan’ había perdido un semestre universitario por dedicarse a hacer memes, tema que fue desmentido por él mismo.

Brayan, quien estudiaba administración pública, afirmó a La Opinión que eso le trajo una serie de malos comentarios entre quienes lo seguían.

“En realidad fue porque no me gustó la carrera, no es lo mío, simplemente la dejé y me dediqué a hacer memes”, aclaró.

A su edad, este bogotano piensa que no ha logrado todo lo que ha querido para tener 21 años. Asegura que cuenta con otros proyectos audiovisuales  y que entre sus planes a veces surge la posibilidad de convertirse en un ‘youtuber’.

¿Qué tan importante es la inmediatez al hablar de memes?

Hay demasiada competencia y lo que gana en esos momentos es la inmediatez. El contenido se basa en las emociones. Uno tiene que estar muy pendiente de lo que está sucediendo en el momento. La idea es que la gente se sienta sintonizada con los contenidos.

¿Hay una preparación?

Todo es muy espontáneo, no es que haya una preparación como tal. Yo tengo como tres aplicaciones con las que me bandeo para hacer memes o videos.

¿Cómo fue el paso del anonimato a lo público?

Fue un poco difícil. Inicié monstrándome en Snapchat. Eso a la gente como que le fue gustando y yo pensaba que no. Poco a poco fueron aceptando el hecho de saber quién soy y cómo soy. La primera vez que me mostré en Instagram fue para la promoción de una marca, la gente la aceptó bien y ahí voy.

¿Lo han intentado hackear?

No. Afortunadamente no lo han intentado; al menos no me he dado cuenta.

¿Qué es lo mejor de ser una figura pública?

El apoyo de las personas sin esperar algo a cambio. A veces cuando uno no se siente bien ellos responden positivamente a eso. Desde varios países me escriben. Unir a tantas personas por un fin que son los memes.

¿Y lo peor?

No saber qué personas lo apoyan o le hablan a uno por hipocresía, y quiénes sí son sinceros.

¿Le han robado contenido?

Cualquiera puede copiar contenido o borrar las marcas de agua. Yo también lo he hecho con imágenes a las que luego les cambio el texto.

¿Cómo recibe los malos comentarios?

Hay comentarios que solo buscan destruir. Hay otros que son muy negativos. Solo se trata de irlos asimilando. En algún momento sí me dolían, pero ya no; igual no son muchos, no tengo tantos ‘haters’.

En redes sociales estigmatizan el nombre Brayan. ¿Cómo juega con eso?

Mucha gente piensa al ver mi nombre, Brayan, que soy un ñero. He intentado darle la vuelta al nombre partiendo desde lo que escribo: cero insultos. Hago un humor muy suave y eso ha cambiado un poco la perspectiva en mi caso. Me río de mí mismo porque así me llamo. Es algo que no puedo cambiar.

¿Alguna anécdota que quiera compartir?

Una vez iba en el SITP (Sistema Integrado de Trasporte Público) y dos niñas se me quedaron mirando y luego me pidieron un autógrafo. Ellas no se conocían entre sí; ahí se conocieron por mí. Fue demasiado lindo.

¿A qué le tiene miedo?

A los chismes. Creo que eso puede desbaratar la vida de una persona, afectar a toda la familia.

¿Es fácil para una persona crecer hoy en día con las redes sociales?

Obviamente se puede lograr, todo es cuestión de perseverancia, constancia. Todavía se puede hacer muy buen contenido, lo más importante es innovar. Aún hay tiempo para hacer de todo en las redes.

¿Qué sigue para ‘El Brayan’?

Creo que meterme en el mundo audiovisual porque al final todo va encaminado hacia allá, específicamente en el mundo de YouTube, pero de una forma diferente.

¿Qué tipo de contenido manejaría en YouTube?

Me gustaría contar historias en la calle, en TransMilenio, incursionar con la gente. Vamos a ver cómo resulta, si a las personas les gusta o no.

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Johan Castillo
Sábado, 15 de Julio de 2017
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