Debajo de esa peluca crespa, lentes redondos de vidrios gruesos,faldas anchas, tacones, labios exageradamente rojos, senos y cola exuberantes se esconde Joan Rodríguez Gamboa, un joven pamplonés que ha sufrido en la vida por su delicada manera de ser.
Y, no se refugió precisamente en Tremehunda, para escapar del matoneo. Simplemente porque ese personaje tuvo vida en Chitagá, donde lo interpretó por primera vez, casi que a empujones, en una obra de teatro en el festival de colonias. Eso ocurrió en el 2011, cuando regresó a Pamplona a estudiar en el Sena.
Tremehunda fue una campesina muy popular “súper divertida, sin pelos en la lengua, que armó un escándalo en un diciembre porque inscribió su gato en una famosa carrera y el animal murió de un infarto cuando dispararon para comenzar la competencia”.
Ese día Joan Rodríguez se puso, por primera vez, una peluca marrón, falda negra, naguas negras, tacones y labial rojo. “Salí debajo de la tarima del sonido a revivir esa vieja historia y la gente se enloqueció. Y ganamos el concurso”.
Ese mismo año, en octubre, su maestra Zaida le dijo “saque al parque a la viejita esa, que usted hizo para Chitagá, a la campesina lengui larga porque ella es tremenda y le gusta que se lo …”. Tremehunda tenía conexión con la gente, todos le pedían fotos y nadie sabía que Joan Rodríguez la encarnaba.
Desde entonces comenzó a presentarse en distintos escenarios con esa viejita arrebatada, grosera, pero muy cariñosa con la gente y “me pagaban por hacerlo entonces esa platica me ayudaba en el sustento”.
En el 2014 cuando regresa a su casa en Los Patios la interpretó nuevamente en un festival del humor organizado para las ferias patronales y quedó en segundo lugar.
En el 2017 entró a trabajar con la secretaría de Cultura de Los Patios como coordinador de escuelas de formación artística y fue allí donde “los directores del motilón Cúcuta con más de 60 mil seguidores me abrieron las puertas para tener mi propio programa y comenzó la Tremehunda a sonar en las redes sociales”.
Ajustó su vestuario, su acento y empezó a cautivar seguidores. Entrevistó a los humoristas de Sábados Felices, Piroberta y Patricia Silva. También a cantantes como Maía, Fabián Corrales y Ana del Castillo en el programa “Llegó la hora” del canal TRO en el 2019.
En la actualidad hace parte del magazín“Al día” de ATN Televisión con divertidas entrevistas donde usa las muletillas “calle la jeta, mis cucutoches preciosos y Picos en esa jeta”.
Un sufrido hijo de pamplona
Joan nació en Pamplona y cuando tenía cinco años de nacido su madre decidió venirse a vivir a Los Patios con sus otros cuatro hermanos.
Estudió en la escuela “La Masa” donde sobresalió con sus calificaciones.
Sin embargo, fue objeto de burla porque era “jetirojo de cabello largo y medio mono y a eso súmele que era más que notoriamente delicado en mis forma de hablar, en mi forma de mover las manos, ó sea “una mariquita” como me gritaban los compañeros”.
Se sentía discriminado y rechazado, pero sus compañeras lo arropaban.Amaba el estudio, el arte y la cultura. Soñaba con ser actor de televisión o presentador, “pero nada de eso en mis condiciones, era imposible”.
Las burlas y los comentarios lo persiguieron hasta la adolescencia. Asumió, por ser el mayor, la responsabilidad de la casa desde los 12 años. Vendía hallacas y pasteles en una olla por el barrio. Cuidó carros en un pool cuando regresaba del colegio. Vendió dulces, rifas, libros en los buses y gasolina en pimpina en una esquina del kilómetro 8. A los 15 años acompañaba a su mamá Carmen Gamboa a hacer aseo en las casas ajenas. “Fui un orgulloso empleado del servicio doméstico”. Se graduó de bachiller. No le alcanzó para la universidad y por eso regresó a Pamplona a estudiar en el Sena en tecnología en producción multimedia. Se graduó en la Cruz Roja como técnico laboral en salud pública. Fue vendedor de ropa en el parque Santander y después de ahorrar montó su negocio de venta de verduras en su casa. Es socio y propietario de una agencia de modelos y eventos.
Activista LGBTI
Se capacitó en todo lo relacionado en la defensa de los derechos humanos y se convirtió en un activista LGBTI. Lo bautizaron“Pony” por tierno y pequeñito. Abanderó caminatas pacíficas por El Malecón. Ese espacio de inclusión y participación le permitió entrar como líder par en el “Proyecto VIH Fondo Mundial” donde enseñan a protegerse con el uso del condón y a explicarles todo lo que significaba el VIH.
