Su música se ha desplazado lentamente por todo el mundo, siendo parte de un proceso cultural.
Hace casi 10 años, J Balvin se daba a conocer en el reguetón con una canción llamada 'Sencillo'. Era admirador de artistas como Daddy Yankee y se lanzaba a crear versos en las calles de Medellín delante de los que decidieran escucharlo.
Le confesó a sus papás que quería ser artista, aun sabiendo lo incierto del negocio, y la única condición que su madre le hizo prometer fue que haría todo lo posible por volverse el mejor en la música.
Una década después de haber asumido esa responsabilidad, José Álvaro Osorio Balvin puede decir que ha cumplido su palabra y que ha sobrepasado las expectativas.
El éxito en video
Así lo muestra el documental Noisey Meets J Balvin, un recorrido de 15 minutos por el ascenso en la carrera del artista colombiano que ha sido merecedor del premio Grammy Latino en dos ocasiones.
La producción, apoyada por TAG Heuer, destaca la determinación con la que el artista ha tomado su carrera y ha llegado al lugar en el que se imaginó a sí mismo hace unos años.
“Ha sido tal cual como lo soñé, lo estoy viviendo, pero lo lindo de los sueños es que se van reinventando”, comentó el artista.
Su música, que se ha desplazado lentamente hacia diversos horizontes sonoros, ha sido parte de un proceso cultural que “empezó en los barrios de Medellín y creció en departamentos y ciudades”, y agregó “Eso es lo bonito, que el mundo es grande y merece ser conquistado”.
Balvin fue proclamado como el artista más escuchado de Spotify en junio. Agradece con humildad su camino, pero no se conforma. Tiene claro que aquí no va a parar.
