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No hay papel chiquito, sino actores mediocres: Alejandro Martínez
El ‘Hombre más sexy de Colombia’ en los 90 interpreta a ‘Álvaro’ en la telenovela ‘Las Vegas’.
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Kathy Silva
Miércoles, 11 de Enero de 2017

Alejandro Martínez, el bogotano que fue considerado en la década de los 90 como el ‘Hombre más sexy de Colombia’, sigue dando de qué hablar. Esta vez por su profesionalismo en la comedia. Su personaje de ‘Álvaro’, el abogado en la serie ‘Las Vegas’ está en boca de muchos.

Su talento es innegable, la veracidad en cada uno de sus personajes es real. El galán de ojos claros y cejas pobladas se graduó en comunicación social en la Universidad Javeriana. Desde antes de iniciar su carrera sabía que lo suyo era la música y la actuación.

Su primer papel protagónico fue con la telenovela ‘Eternamente Manuela’. También trabajó en decenas de producciones como ‘La rosa de los vientos’, ‘Francisco el matemático’, ‘Pablo Escobar’, el patrón del mal’, además de papeles en teatro.

Alejandro Martínez habló de su evolución como actor y dio su opinión de la comedia que se hace en Colombia y de los ‘realities’.

¿Cómo es Alejandro Martínez?

Trato de ser en lo posible lo más normal. Ahora estoy en la playa con mis hijos disfrutando de su compañía. Siempre tengo una guitarra o un libro a la mano.

¿Siempre supo que lo suyo eran los medios?

Sí, quería estar en ellos. Me llamaba la atención las voces comerciales y las novelas de esa época. Inicié estudiando publicidad en La Tadeo, luego me pasé a Comunicación Social; ya desde la universidad estaba haciendo mis primeros pinos en la televisión. Arranqué con un dramatizado en RCN. En ‘Historias juveniles’.

¿Cómo ingreso a RCN?

Ingresé gracias a la mamá de una compañera de la universidad. Ella era asistente de televisión y me preguntó si quería actuar y le dije que sí. Hice una prueba con Jaime Sánchez. Desde ahí inicié.

¿Qué fue primero, la música o la actuación?

La música. Estudié en el conservatorio nacional desde los 8  años. Luego comencé a tener apariciones en los especiales de Navidad, eran los programas de Jaime Valencia.

¿Qué lo apasiona más?

Las dos manejan un mismo nivel. Porque es una oportunidad de expresar lo que sientes de diferentes formas. La música y la actuación son para mí el mismo acto artístico,  de entrega y de ir más allá.

¿Qué es para usted ‘Eternamente Manuela’?

Alegría. Siento que fue una novela muy importante para mí, porque se juntaron las dos cosas, la música y la actuación. Con la canción del cabezote ‘Manuela’ participé en un concurso y gané. Marcó  y fue una de las novelas más vista y recordada.

Como actor ¿Qué cosas nuevas experimentó en la serie ‘Las Vegas’?

Me permitió pisar el terreno de la farsa, de la comedia, las muecas, la exageración. Pude brincar de ser galán a ser personaje de reparto o antagónico.

¿Qué significó participar en ‘Pablo Escobar, el patrón del mal’?

Satisfacción. Me ha traído reconocimiento en otros países como Chile, Argentina y España. De alguna forma ese personaje tenía  lo que yo aspiraba llegar para así lograr que la gente de otros lados reconociera el trabajo del actor, no tanto por las serie sino por la actuación que se llevó a cabo en esa novela. Es un personaje que me tiene muy contento y el de ‘Las Vegas’ también está cumpliendo, porque lo siento en la calle.

¿En Colombia se hace buena comedia?  

Es difícil. La comedia es una de las cosas más difíciles que hay. Debe estar organizada desde su libreto hasta los directores. Pepe Sánchez hizo muy buena  comedia.

¿Qué le hace falta?

Hacer nuestras propias cosas. Poder salirnos del cliché de esas películas decembrinas como ‘El Paseo’. Eso es televisión en pantalla grande, algo así como una colombianada. Nosotros podríamos llegar a hacer algo de mayor calidad.

¿Qué tipo de papel disfruta más?

Cuando el libreto está bueno no importa el personaje ni el papel. No hay papel chiquito, sino actores mediocres.

¿Qué opina de los ‘realities’?

Está agotado, no entiendo como la gente sigue viendo ese tipo de cosas. A los ‘realities’ los he llamado la ‘pornomiseria humana’, porque lleva al ser humano al extremo, mostrando el lado más competitivo y oscuro de las personas.

¿Qué viene para Alejandro?

Tengo ganas de dirigir. Estoy entrando en una edad importante. Uno se hace actor después de los 40 y quiero escribir para teatro, actuarlo y ser el dueño y productor de eso.

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