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Abogada, especialista, docente y ahora, vendedora de tintos

Luisa Mujica ejercía su profesión en Venezuela, pero le tocó venirse a nuestro país a rebuscársela.

Luisa Angélica Mujica León, de 48 años, jamás imaginó el giro de 180 grados que su vida y la de su hijo, Jesús Mujica,iban a dar por culpa de la hiperinflación en Venezuela, su país natal.

Esta mujer, caraqueña de nacimiento, es abogada titulada, especialista en derecho penal y docente de la universidad Santa María de Caracas. En su país ejerció su profesión como abogada dictando clases de derecho romano y mercantil durante 11 años y además fue gerente de cobranza en una institución financiera por 15 años.

“En Venezuela nuestra situación era muy distinta hace muchos años. No teníamos riqueza, pero vivíamos cómodamente con mi hijo, y bueno, aquí el cambio fue muy brusco”, indicó Mujica.

Agregó que “poco a poco el país fue decayendo en la parte económica y social, y fue cuando decidí venirme para Cúcuta con Jesús (hijo) a guerrearla”.

Tomar la decisión de venirse no fue fácil, toda vez que en su país, gracias a su trabajo, tenía casa y carro,pero no se quería deshacer de esto porque tenía la esperanza de que su país algún día mejoraría, algo que no ocurrió.

“Decidí vender el aire acondicionado del cuarto de mi hijo, los cauchos de la camioneta y hasta la planchacon el fin de reunir al menos para los pasajes. Y bueno, me vine con 300 dólares a ver qué podía lograr aquí”, indicó Mujica.

Su meta es que su hijo se gradúe del colegio y luego haga sus estudios profesionales. (Foto: Mario Franco / La Opinión)

Mujer guerrera

Con su hijo, Mujica llegó a Cúcuta el 26 de febrero de 2018.Todas sus esperanzas estaban puestas en ejercer el derecho, aunquesabía que no iba a ser nada fácil y que sus ahorros no le iban a durar mucho, por eso tenía que buscar una pronta solución.

Fue entonces cuando decidió rebuscársela de cualquier manera y empezóa vender agua en el Parque Nacional. Más adelante inició con vikingos de frutas tropicales hechos por ella misma.

Tiempo después le ofrecieron trabajo en una fotocopiadora, puesto al que Mujica tampoco se negó. Una vez se terminó el semestre, esta mujer quedó desempleada, pero eso no sería un impedimento para ella, pues a los días comenzó a trabajar por las mañanas en una casa de familia ayudando con los quehaceres de la misma. Hoy, ya lleva un año en ese hogar.

Aunque esta mujer no se iba a conformar conese trabajo. Por eso decidió vender tinto, café y aromática por las tardes, de esta manera se mantendría mucho mejor junto a su hijo.

“Terminé desempeñándome en cosas que en mi vida me llegué a imaginar. Pero no me arrepiento porque gracias a esto nos podemos mantener; aquí al menos comemos bien, en Venezuela no comíamos”, contó Mujica.

 Luisa Mujica y su hijo viven en Cúcuta desde febrero del año pasado. (Foto: Mario Franco / La Opinión)

Su hijo, su todo

De 15 años, Jesús Mujica es su compañero de vida en esta travesía. Este joven, aficionado por los deportes, afirma que ha sido duro acostumbrarse a esta situación, pero agradece enormemente el gran esfuerzo que hace su madre logrando el primer lugar en el colegio del que actualmente hace parte.

“Es difícil dejar nuestro país, nuestros amigos y demás, pero sé que mi madre tomó esta decisión porque es lo mejor para ambos. Mi idea es recompensarle todo logrando una beca para que ella ya no tenga que pagar más”, señaló Jesús.

En esta misma institución supieron que Jesús tenía gran capacidad para jugar básquet, por eso logró entrar también al equipo Cañoneros de Cúcuta. Todo un orgullo para su madre.

“Mi meta es que él se gradúe y luego pueda hacer sus estudios universitarios. Tengo fe en que mi país se va arreglar y vamos a poder devolvernos como siempre lo hemos soñado”, concluyó Mujica, una luchadora incansable.

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Rito Julio Patiño Echavarría
Lunes, 8 de Julio de 2019
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