Los apagones en Táchira no cesan, por el contrario se han recrudecido y en los últimos días algunas comunidades reportan fallas de más de 15 horas en el suministro de energía eléctrica, que también afectan servicios como la telefonía y la interconectividad; todo ello en medio de una fuerte cuarentena para prevenir la propagación de la COVID-19, ausencia de gas doméstico y poco acceso al agua potable.

Los cacerolazos han comenzado a escucharse en las noches, como mecanismo de protesta. Y en medio de la más absoluta oscuridad, las ollas vacías resuenan a lo lejos en las distintas comunidades de la capital tachirense, en medio de calles vacías y oscuras. 

En la zona norte del Táchira, algunas protestas han sido controladas mediante el uso de lacrimógenas y perdigones. Una mujer de la tercera edad resultó herida en medio de una manifestación en demanda de servicios públicos eficientes en La Fría.

Ante las reiteradas fallas en el servicio, Freddy Bernal, enlace político de Nicolás Maduro en el estado Táchira, se pronunció para aclarar que “el problema eléctrico no es un problema de solución en el estado Táchira”.

Dijo que los apagones no afectan sólo a la entidad fronteriza, sino a toda la zona andina, Barinas y Apure, “es un problema nacional por inconvenientes en la termoeléctrica”.  Aseguró que mantiene comunicación permanente con las autoridades nacionales, informando la situación de los Andes.

Un despacho filtrado desde el interior de la empresa eléctrica, daba cuenta de una fuerte caída en el sistema eléctrico en la región del suroccidente venezolano, que incluía las líneas 1 y 2 de El Vigía (Mérida); las unidades 1 y 2 de San Agatón (Táchira); así como Planta Táchira y Planta Páez en Mérida. Ello conllevó a una caída total en el suministro para los estados  Táchira, Mérida y  Alto Apure, además de la caída parcial para el estado Barinas (subestación Sta. Bárbara).

“Anoche cenamos después de las 10pm.cuando llegó la luz, porque ya tenemos un año sin gas, nos resolvemos con una cocinita eléctrica y cuando se va la luz no podemos cocinar”, dijo un vecino de la comunidad de Barrio Sucre, en la parte alta de San Cristóbal, quien agregó que los constantes apagones les han cambiado sus horarios habituales. 

“Hay que quedarse despierto hasta tarde o levantarse de madrugada para poder preparar algo de comida o lavar la ropa, porque el suministro de agua es muy escaso y sin luz tampoco la motobomba funciona”.

“La protesta en Las Vegas estuvo fuerte”, comenta un ama de casa de esa zona perteneciente al área metropolitana de San Cristóbal. “Es que a lo de la luz se une a la falta de gas. Muchos como alternativa tienen cocinas eléctricas y en medio de esta desgracia, imaginen cómo hacen donde hay niños y ancianos para cocinarles”, expresó.

“Llego media hora en barrio obrero. La acaban de quitar. Casi todo el dia sin electricidad”, dijo José Hernández, quien se lamenta constantemente de los frecuentes apagones en una de las zonas de mayor actividad comercial de San Cristóbal.

La oscuridad también es aprovechada por los maleantes, para hurtar burlando las restricciones de la cuarentena. Se roban las baterías de los carros e intentar ingresar a viviendas y hasta apartamentos en los que no perciban movimiento de personas.

Las protestas contra las caídas en el suministro eléctrico de los últimos días en Venezuela se registraron en los estados Táchira, Mérida, Barinas y Zulia.