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Frontera
Contar con un empleo les permitió a deportados salir del refugio
Yolanda Páez salió de uno de los albergues dispuesta a luchar por su futuro y el de sus dos hijos de 17 y 13 años.
Miércoles, 21 de Octubre de 2015

Mientras 247 personas insisten en mantenerse dentro del albergue de Interferias, argumentando que no salen sin que se les dé una indemnización, otros viven una nueva vida en Colombia.

Un ejemplo es Yolanda Páez, quien salió de un albergue para ir a trabajar para el Departamento para la Prosperidad Social, que le ofreció 340 mil pesos por ayudar a limpiar la ciudad.

Páez salió del albergue con sus dos hijos de 17 y 13 años a una habitación en Cúcuta. Aunque asegura que no ha sido fácil, tampoco se arrepiente de haber salido.

“Es díficil, para qué voy a decirle mentiras a la gente de que es fácil; pero no me arrepiento del todo de haber salido del albergue, porque hoy tengo trabajo y estudio belleza en el Sena”, aseguró.

Según Páez, hay comodidades en el albergue, porque dan comida y tienen dónde dormir, sin trabajar; pero esa ayuda está pronta a acabarse y es poco probable que los que quedan consigan más.

Eduardo Meneses salió de un albergue junto con su esposa y sus hijos, y ahora se dedica a la vigilancia en Cartagena, donde consiguió empleo con el Sena.

Según Meneses, a los 20 días de vivir en un albergue se dio cuenta que su familia no merecía seguir allí y eso lo impulsó a recibir la atención que le dio el gobierno.

Sin embargo no todo ha sido color de rosa. Para otros como Obaldo García, natural de Villa del Rosario, conseguir un empleo ha sido todo un reto.

Dejó la carpa del albergue de Villa Antigua con su esposa y su bebé de dos meses y fue a Bogotá, a trabajar en la empresa Casa Limpia.

Sin embargo, el sueldo es el mínimo y no le alcanza para vivir en Bogotá, por lo cual intentó hace 15 días buscar empleo en una empresa de seguridad, pero no lo contrataron porque es portador de VIH.

“Me llevaron al polígrafo y me preguntaron si consumía medicamentos y les dije que sí, pero por mi enfermedad la psicóloga de contratación dijo que no podía seguir en el proceso”, señaló. García dice que espera conseguir un mejor trabajo.

Sena seguirá apoyando

Según el director general del Sena, Alfonso Prada, el apoyo a los repatriados seguirá dándose sin pausa.

El viernes 30 de octubre se abrirá una convocatoria de formación con más de 90 mil cupos para el primer trimestre de 2016.

El Sena informó que habrá disponibilidad de cupos para el programa de formación de técnicos en construcción y la certificación en la norma de competencias ‘Operar torre grúa’, acciones que iniciarán a comienzos de 2016 y que estarán dirigidas a los compatriotas deportados de Venezuela.

Algunos deportados han señalado que no pueden trabajar porque algunos son graduados en colegios de Venezuela, educación que no es válida. Dicen sentirse bien al salir del albergue, pero les preocupa que se acabe el trabajo pues es hasta diciembre.

 

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