Habitantes de la aldea Tabor, en el municipio Rafael Urdaneta del estado Táchira, denunciaron la destrucción de un paso fronterizo con más de 100 años de antigüedad, que comunicaba con la colombiana población de Herrán.

La medida ejecutada hace 15 días por funcionarios, que los pobladores identificaron como integrantes del Ejército venezolano, interrumpió el paso vehicular y de semovientes entre ambas poblaciones vecinas, que ahora se comunican sólo de forma peatonal.

Refieren que los uniformados llegaron “de una forma prepotente, arbitraria y sin ninguna información oficial  a la  comunidad, con una máquina Retroexcavadora para destruir el puente Tabor desde sus bases”.

Explicaron que este paso centenario era utilizado frecuentemente por los habitantes de las poblaciones fronterizas, por necesidades familiares, académicas, laborales e incluso de salud.

Angustia, indignación e impotencia manifestaron los vecinos, quienes consideran que  este hecho atenta contra la historia familiar, educativa, laboral, deportiva y cultural de quienes hacen vida en el lugar.

“Si se trató de una acción anticontrabando, no ha mejorado en nada el desabastecimiento y el alto costo que se tiene que pagar por un artículo de primera necesidad, pues aquí el kilo de café alcanza los  1.000 bolívares y un paquete de arroz cuesta 300”, afirmó un ama de casa.

Acción desproporcionada

Laidy Gómez, candidata de la oposición a la Asamblea Nacional por la zona de frontera, repudió la situación calificándola de “desproporcionada, aislada de la angustia social, desconectada de la verdadera causa que origina ese fenómeno económico que estamos viviendo todos los venezolanos llamado devaluación monetaria”.

Destacó que los argumentos utilizados por las autoridades de lucha anticontrabando y resguardo a la soberanía alimentaria, tienen su origen en que “el producto nacional es atractivo en costo para los hermanos colombianos a razón de la devaluación”.

Denunció que el día que se hizo la excavación con la maquinaria que cercenó el paso se  prohibió hacer tomas fotográficas o videos, lo que hace presumir que fue un hecho clandestino sin providencia legal.

“En la zona reina la incomunicación, el encarecimiento excesivo de los productos de primera necesidad, la impotencia ciudadana, la arbitrariedad y el temor de la comunidad ante la situación económica que tiene al país en este descalabro y particularmente a los habitantes de la frontera viviendo en zozobra frente a cada medida que atente contra la calidad de vida y de los derechos fundamentales”, concluyó la dirigente política.

Eilyn Cardozo / Corresponsal en San Cristóbal (Táchira)