La cruda realidad del corregimiento de La Parada, que se ha convertido en el improvisado albergue de miles de migrantes, provenientes de Venezuela, se vio interrumpida ayer con la visita de Kelly Craft, la embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La diplomática inició su recorrido en este sector limítrofe del municipio de Villa del Rosario, en el megacolegio de La Frontera y, sobre las 10:30 de la mañana, arribó al hogar de paso de la Divina Providencia, que se encontraba en plena faena diaria de repartir comida para aliviar el hambre de cerca de 5.000 extranjeros.
A esa hora, las calles de esta población, vecina a San Antonio (Venezuela), apenas se recuperaba de un torrencial aguacero, que dejó sus cuadras bajo el agua y que estaban abarrotadas de migrantes, quienes se encontraban sumidos en la desesperación ante el anuncio de Colombia de cerrar la frontera por el paro nacional del jueves 21 de noviembre.
El efecto de esa medida se empezó a sentir en este comedor de administrado por la Diócesis de Cúcuta, donde se ha triplicado la población migrante que suele acudir ahí, en busca de un plato de comida. Con este panorama se topó Craft, quien repartió almuerzos, se internó en las mesas y conversó con algunas de las comensales del lugar.
Una de sus interlocutoras fue Yeni Colmenares, venezolana del Estado Aragua y, ahora, residente en el municipio de Villa del Rosario. Ella se quebró en llanto mientras le relataba a la embajadora la odisea que le tocó vivir por su salida del vecino país.
“La funcionario dice que el presidente de Estados Unidos está trabajando para ver de qué manera Maduro deje el poder en Venezuela, porque ellos –el gobierno norteamericano- no pueden hacer un golpe, que afectaría a muchas personas. Los presidentes de Colombia, Chile, Perú y Ecuador también se sumaron con esta ayuda con comedores como estos”, reveló esta mujer, de 43 años.
La extranjera clamó para que la cooperación de la comunidad internacional, estuviera reflejada en mayores oportunidades de empleo y en mejores condiciones de vida para los cerca de 200.000 venezolanos, quienes habitan en Norte de Santander, según cifras de Migración Colombia.
De acuerdo con Guillermo Fernández de Soto, embajador de Colombia ante la ONU, estas peticiones son esenciales para aumentar el plan de ayuda del organismo internacional frente al éxodo de venezolanos.
“Esta visita tiene como propósito mirar de qué otras maneras Naciones Unidas pueden ayudar en esta triste tragedia. Es muy impactante. He visitado muchas veces esta región y difícilmente uno encuentra un panorama tan dramático. Esta es una demostración más que Colombia es solidaria y ONU también. Me impresiona la capacidad de la población para resistir a esta terrible situación”, resaltó el funcionario.
El delegado de Colombia ante la ONU, Guillermo Fernández de Soto acompañó a la diplomática norteamericana. El funcionario señaló que esta visita tenía como propósito mirar de qué manera la ONU puede ayudar, a través de recursos, en esta “triste tragedia”.
ONU ratificó su lucha contra el hambre
Otro de los delegados que acompañó el recorrido de esta embajadora, fue Carlo Scaramella, director país del Programa Mundial de Alimentos de ONU. El representante aprovechó el periplo para ratificar la misión del organismo, que consiste en beneficiar diariamente a 4.500 personas con alimento.
“Ha habido una crisis muy importante en el país cercano y esto se está expresando en un fenómeno migratorio, que no tiene precedente en la región. Es muy grave, con millones de personas en busca de un mejor futuro”, aseguró este funcionario.
Frente a las críticas formulada por la Alcaldía de Cúcuta por la ayuda concentrada en la comunidad extranjera, Scaramella salió en defensa del programa y reiteró que las gestiones adelantadas por este organismo son de carácter incluyentes. “No pienso que esto sea correcto. Creo que hay una población muy necesitada. Esto puede generar una preocupación y ansiedad, pero todo el sentido de la intervención humanitaria, va dirigido a crear oportunidades de solidaridad y no situaciones de exclusión”, puntualizó.
Gobierno respondió a críticas de César Rojas
Ante las críticas formuladas por el alcalde César Rojas sobre la falta de ayuda del Gobierno Nacional para mitigar la crisis fronteriza, Felipe Muñoz, gerente de la frontera con Venezuela, salió en defensa de la gestión del presidente Iván Duque.
El funcionario aseguró que esta problemática es difícil y que siempre ha estado diligente en atender las peticiones del mandatario.
“Lamento mucho esas palabras del Alcalde. Yo tengo tranquilidad de que todas las veces que el funcionario levanta el teléfono, me tiene a mí y a todos los funcionarios del Gobierno para ayudar en gestiones, que son difíciles, porque la situación de Cúcuta es compleja desde antes de la llegada de los migrantes”, respondió Muñoz.
También añadió que no se va a enredar en declaraciones y que seguirá trabando con César Rojas hasta el 31 de diciembre, al igual, que ha empezado contactos con el alcalde electo, Jairo Yáñez.
