Un hecho sin precedentes en la frontera que divide a Colombia con Venezuela se conoció este jueves. ‘Los Poteros’, como son conocidos los sujetos que controlan las trochas La Playita y La Muralla, exigieron a los padres de familia de los niños que estudian en el Megacolegio La Frontera de La Parada (Villa del Rosario), un certificado en el que conste que los menores con los que pasan por estos lugares a diario sí están estudiando.
“Nos advirtieron que no nos iban a dejar pasar más por esos lugares (trochas) si no les presentábamos una constancia de estudio de nuestros hijos. Como ellos, a nosotros a veces no nos cobran los 2 mil pesos que piden por dejar pasar por ahí, exigieron ese documento para supuestamente constatar de que sí les estamos diciendo la verdad”, señaló una madre que pasa cuatro veces al día por estas trochas para llevar a sus hijos en las jornadas de la mañana y la tarde.
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“Lo que ellos dicen es que ya tienen identificados a varios papás que utilizan a sus hijos para estar transitando por la trocha, pero no los tienen estudiando. A esos son a los que quieren agarrar”, agregó la mujer.
Según un vocero del Megacolegio La Frontera, esta semana se han expedido, en promedio, 90 constancias estudiantiles cada día, para que los papás no tengan problemas con quienes “controlan las trochas”.
(Esta es una de las constancias emitidas por el Megacolegio La Frontera. / Foto: Jhon Jairo Jácome)
‘Hasta hoy jueves, llevamos casi 400 constancias expedidas. De hecho, en una reunión que vamos a tener el viernes, los papás nos van a exponer todas las dificultades que están atravesando para poder traer a sus hijos a estudiar. Queremos ver qué mecanismos podemos adoptar para hacer menos traumática la venida de los niños al Megacolegio”, sostuvo el vocero.
Sin embargo, reconoció que una solución definitiva no parece cercana, pues las autoridades venezolanas no han querido habilitar un corredor humanitario para que los niños y los enfermos puedan cruzar a suelo colombiano a través de los puentes internacionales.
“Aún nos faltan unas 800 constancias estudiantiles por entregar, pues de los 1.650 niños que estudian en el Megacolegio, casi 1.400 vienen de Venezuela”, finalizó el vocero.
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Los padres de familia, algunos de los cuales esperan a la salida del Megacolegio las 6 horas que dura la jornada escolar de sus hijos, manifestaron que prefieren quedarse ahí, al sol y al agua, que devolverse sin ellos, pues temen que en la trocha les puedan poner problemas.
“Los niños prácticamente son nuestro pasaporte o salvoconducto para pasar por estas trochas. Sin ellos estamos expuestos a que nos cobren o nos retengan mientras investigan quiénes somos”, se lamentó uno de estos padres.
En Venezuela, el salario mínimo mensual está fijado en 18 mil bolívares soberanos (18 mil pesos colombianos). Si a cada padre le cobraran 2 mil pesos cada vez que pasa con sus hijos por estas trochas, tendría que invertir 4 mil pesos diarios, 20 mil pesos a la semana, 80 mil al mes.
Es decir, le tocaría trabajar cinco meses, para poder llevar a sus hijos al menos un mes al colegio. Esto, claro está, si solo tiene a uno de sus hijos estudiando en cualquiera de las dos jornadas. Si tiene a un hijo en primaria (mañana) y a otro en bachillerato (tarde), tendría que multiplicar estos valores por dos, algo prácticamente imposible.
