Aunque reinan las contradicciones en el sector oficial tras el anuncio de la reactivación de los vuelos comerciales en el aeropuerto de San Antonio del Táchira, cerrado hace más de 8 años; entre la población y especialmente entre los gremios vinculados a la economía fronteriza crece la expectativa, por cuanto perciben el anuncio como una señal de reactivación para el sector y como antesala al próximo restablecimiento de la actividad comercial a través de los puentes internacionales.
Según declaraciones ofrecidas a medios locales por parte de Carmen Cantor, subgerente del aeropuerto de San Antonio, el reinicio de actividades estaría previsto para este jueves 28 de noviembre, con un vuelo de la línea Albatros, programado a las 9:45 de la mañana con destino al aeropuerto de Maiquetía, que sirve a la ciudad de Caracas.
Sin embargo, tanto el alcalde de San Antonio, William Gómez como integrantes del equipo de prensa de Freddy Bernal, enlace político de Nicolás Maduro en el estado Táchira, niegan que efectivamente esté programada la reactivación de actividades para esta semana o los días siguientes.
Desde las oficinas de Bernal, señalan que aún no se han hecho las inversiones necesarias para la recuperación de la pista, el balizaje y otros sistemas de seguridad, sin los cuales estaría en riesgo la integridad de pasajeros y aeronaves; y aunque reconocen que hay planes para reactivar el uso comercial de la terminal aérea, ello no sería en el breve plazo.
Como contraparte, voceros del sector económico fronterizo sostienen que, tanto en la Aduana Principal de San Antonio como al interior de las instalaciones aeroportuarias, se vienen adelantando los pasos necesarios para el manejo aduanal de mercancías y equipajes en la terminal aérea, y aseguran que la anunciada reapertura es consecuencia de una serie de reuniones que desde hace ya varios meses se vienen adelantando con diversas autoridades nacionales en Venezuela.
“El pueblo y los sectores económicos de San Antonio tienen sus expectativas puestas en este anuncio que, de concretarse, sería una oportunidad para ayudar reactivar la economía fronteriza, tan deprimida en los últimos años”, dijo por su parte Isabel Castillo, presidente de la Cámara de Comercio local.
Cabe recordar que el intercambio comercial de la zona se vio interrumpido tras el cierre de fronteras del año 2015 impuesto por Venezuela, luego del cual los puentes se abrieron de manera intermitente, relegando las actividades aduaneras y comerciales al horario nocturno. Esta medida también fue suspendida por parte de las autoridades venezolanas desde hace cerca de un año, lo que mantiene en cero la balanza comercial binacional en la frontera entre Táchira y Norte de Santander y ha representado un duro golpe para el sector industrial y el comercio, especialmente del lado venezolano.
