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Frontera
La frontera, una zona codiciada por las bandas criminales
Así lo revela el reciente informe de la Fundación Progresar que busca llamar la atención del Gobierno.
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Lunes, 15 de Enero de 2018

‘Una mirada local al crimen organizado en la frontera colombo venezolana’, es el reciente informe de la Fundación Progresar, que se aproxima a lo que está sucediendo en el área metropolitana de Cúcuta y las localidades de Táchira (Venezuela), donde se libra una guerra por el dominio territorial y los negocios ilegales. 

El director de la fundación, Wilfredo Cañizares, explicó que el análisis se hizo con el propósito de llamar la atención del Gobierno. 

Esta ONG defensora de derechos humanos emitió dos acciones urgentes en marzo y mayo de 2017, mediante las cuales “se le decía al nivel central lo que estaba sucediendo y se advertía que la situación se iba a agravar, en Cúcuta, Villa del Rosario y el resto del área metropolitana”. 

“Algunas autoridades locales, como el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, Javier Barrera; el alcalde de Villa del Rosario, Pepe Ruiz; el secretario de Seguridad Ciudadana de Cúcuta, Mauricio Franco, salieron con unas declaraciones destempladas a decir que no sabían de qué estábamos hablando y que la situación había mejorado. Ante  la falta de respuesta oficial, se decidió trabajar en el informe”, explicó el director de Progresar.

Estructuras

El informe señala que a partir de 2005 comienza a darse en la región “una venta del territorio, que consistía en la entrega de rutas y de grandes negocios ilegales mediante franquicias”.

Eso se dio poco después de la desmovilización del Bloque Catatumbo de las AUC, en diciembre de 2004, cuando van surgiendo nuevos grupos ilegales como Los Rastrojos, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (antes Los Urabeños y Clan del Golfo), con dominio en Ureña y San Antonio en Venezuela y en Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios.

Así mismo, otros grupos más locales o regionales como las  Águilas Negras, Autodefensas de Norte de Santander y el Ejército Paramilitar Nortesantandereano (EPN).

Se registra el surgimiento hace cinco años para acá, de bandas delincuenciales locales como ‘Los Diablos’, ‘Los Canelones’, ‘Los Carteludos’ y ‘Los Cebolleros’, dedicadas al contrabando, la extorsión y al narcotráfico con operación en el área metropolitana de Cúcuta.

En estos años se ha registrado también una fuerte presencia en la zona fronteriza del frente Germán Velasco Villamizar, del Eln, de acuerdo con el informe. 

Cabecillas

Los Rastrojos, que dominan en Puerto Santander, tienen como líder a alias ‘Necoclí’ desde hace algunos años. 

Después de la muerte de ‘Inglaterra’, no se ha confirmado con certeza quien pasó a comandar a ‘Los Gaitanistas’, pero se sabe que tras haber sido dado de baja por la Policía, un integrante de su estructura asumió el mando.

“Las otras bandas son más locales, como el Ejército Paramilitar Nortesantandereano, que es la más peligrosa de todas, porque viene operando en la frontera de Cúcuta y Villa del Rosario con Ureña y San Antonio del Táchira, comandada por alias ‘El Cochas’”, explicó el director de Progresar.  

Los elenos

En el área metropolitana de Cúcuta y la frontera con Venezuela predomina el frente Germán Velasco Villamizar, del Eln, pero otros grupos ilegales fueron avanzando y apoderándose del territorio hasta el punto de desalojar a esa guerrilla. 

En criterio de Cañizares, los llamados ‘Botas de caucho’, son la misma guerrilla del Eln que está haciendo presencia en la frontera, tratando de desalojar a las bandas de paramilitares y de narcotráfico que se encontraban en esa línea fronteriza. 

No se ha detectado participación de elementos venezolanos integrando los ‘Botas de caucho’ y por el contrario la gran mayoría de los miembros de Los Rastrojos que operan en Puerto Santander, Boca de Grita y Orope, son delincuentes reconocidos del Distrito Capital (municipio Libertador) y Caracas, se explica en el informe.   

El llamado Ejército Paramilitar Nortesantandereano, que comanda ‘Cochas’, también ha reclutado jóvenes en el estado Táchira, se asegura.

Número de hombres

El documento señala que entre Los Rastrojos y Gaitanistas puede haber alrededor de 300 hombres.

El Ejército Paramilitar Nortesantandereano cuenta con alrededor de 40 y 50 hombres en armas; las cuatro bandas locales ‘Los Diablos, ‘Los Canelones’, ‘Los Carteludos’ y ‘Los Cebolleros’, reunirían en total entre 50 y 60 hombres, mientras que el Eln puede llegar a tener entre 200 y 250.

Policías involucrados

Uno de los grandes problemas generadores de esas dinámicas de ilegalidad en la frontera, es la fuerte corrupción que hay entre integrantes de la Policía Metropolitana de Cúcuta, según Wilfredo Cañizares.  

“Hay partes del territorio, que nosotros encontramos en este estudio, en donde miembros de esa institución actúan como  un grupo armado ilegal más, extorsionan, cobran cuotas, controlan rutas y trochas, imponen tarifas a distintas actividades ilegales”.

“Se ha encontrado que las mafias de la ruta del cobre y la chatarra trabajan de manera coordinada con la Policía”, dijo Cañizares. 

Así mismo, señaló que la mafia que controla el ingreso de vehículos al área metropolitana, procedentes de Venezuela, trabaja con sectores de la institución policial. “Por cada carro que entra a Cúcuta se le debe pagar a esos uniformados corruptos $1,0 millón”, afirmó Cañizares. Así mismo, que hay al menos otras cuatro actividades ilegales en donde la Policía se comporta como un grupo ilegal, “montando por ejemplo puestos de control en trochas de contrabando en Banco de Arena, Vigilancia, Palmarito, Pedregales, donde uniformados se estacionan a cobrar la cuota respectiva al gran contrabando de la gasolina y el ACPM”.

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