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Frontera
‘Las raíces de todos nosotros emergen de la migración’
El escritor bogotano John Fitzgerald torres explica que la migración debe entenderse como una oportunidad de enriquecimientos.
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Domingo, 3 de Mayo de 2020

‘Lo que una vez hicieron los alienígenas’ es un texto narrativo que aborda de forma sensible, sencilla y clara el fenómeno migratorio, sin dejar a un lado la nostalgia y la realidad que suponen las migraciones como dinámicas que han construido las civilizaciones.

El escritor bogotano John Fitzgerald Torres en entrevista con La Opinión abordó lo que significa el tema migratorio y cómo lo plasmó en cada una de las páginas de esta novela infantil, que fue merecedora del Premio Norma OEI 2019, el mayor galardón que se da a la literatura infantil y juvenil en Iberoamérica.

Tal como  lo explica la migración debe entenderse como una oportunidad de enriquecimientos. Y enfatiza que los niños deben entender esta perspectiva diferente sin vicios y sin prejuicios.

¿Qué es para usted la migración?

Es una de las dinámicas sustanciales que define la pervivencia de la especie humana en el planeta. Es una condición de la naturaleza expansiva del ser humano y de su amor por la vida. Grandes momentos de sedentarismo alternado con grandes momentos de migración es lo que ha construido a todas las civilizaciones.  

¿Cómo podemos entender la migración, sobre todo en nuestros países de América Latina?

Mas que como una problemática, convienen entenderla como una oportunidad de enriquecimiento cultural, social e incluso económico. No existe país en la tierra que a la postre no haya sacado gran provecho de los procesos migratorios.

¿Por qué escribir sobre migración para los más pequeños?

Porque las nuevas generaciones deben entender una perspectiva diferente de este fenómeno, menos prejuiciosa y nociva. En el fondo y por origen, todos somos migrantes.

¿Qué tan difícil o fácil es abordar el tema migratorio con los niños?

Bastante fácil mientras no estén permeados por los prejuicios de los adultos. En general, los niños entienden claramente la situación e incluso disfrutan a su manera de ella (en ellos, la migración está asociada a dos eventos felices: el viaje y la visita; en suma, está asociada a la aventura). Lo difícil con frecuencia, es desclavarles del corazón y del ánimo los prejuicios que les han “obsequiado” sus padres.

¿Es importante que ellos estén al tanto de este tipo de temas?

Desde luego. Reconocer en el fenómeno una verdadera oportunidad de crecimiento es algo que debe cimentarse desde los primeros años. Así como reconocer la urgencia de sobreponerse y superar las taras de los adultos.

¿Qué significa para usted escribir sobre el tema migratorio, sobre todo porque sus raíces también surgen de la migración?

Las raíces de todos nosotros emergen de la migración. Recuérdese nada más las primeras huellas de homo erectus en las planicies de Tanzania. La primera familia migrante de que se tenga noticia, hace casi 4 millones de años, la primera familia humanoide moviéndose en los albores de la especie. Por tanto, escribir sobre el tema es escribir sobre la esencia del ser humano y sus orígenes.

En Colombia, ¿cómo ve usted la empatía de los colombianos para con el venezolano y el proceso migratorio?

Nuestro país es de contradicciones. Una característica que deriva de la ceguera de muchos, pero también de la falta de memoria y de las actuales circunstancias de precariedad y limitación; lo que es entendible, pero no justificable. El recelo hacia la población venezolana se deriva más del egoísmo que produce vivir en un entorno de insuficiencia y pobreza.  La empatía es, por el contrario, darse cuenta desde ya del maravilloso potencial que tiene la visita de nuestros vecinos.

Vea También: El drama de las venezolanas para dar a luz en la cuarentena

¿Qué mensaje quiere dejar con su novela ‘Lo que una vez hicieron los alienígenas’?

En primer lugar, la comprensión de que alienígenas somos todos. La definición primera de la palabra alude según la RAE a “aquel que ha nacido en otro lugar”. Es decir, como todos. Todos (incluidos nuestros antepasados) hemos migrado de un lugar a otro, de un barrio a otro, de un pueblo a otro, de una ciudad a otra, de un país a otro, de un continente a otro… y próximamente de un planeta a otro. Todos somos alienígenas. En segundo lugar, la urgencia de comprender y extirpar de nuestra visión un fenómeno atroz que suele proseguir a la migración, que es la xenofobia. En gran medida, el tema central de la novela es la xenofobia.

¿En su novela, ¿Quiénes son los alienígenas y que significado quiere dar con ella?

Alienígena es cualquiera de nosotros, según se mire. En el pasado fueron los colombianos en Venezuela o en Panamá, o lo son los hispanos en Estados Unidos, o los europeos allí y en América Latina (recuérdese los refugiados de las guerras mundiales), o los africanos en el mediterráneo, o los españoles en Francia y Alemania, o los chilenos en Argentina, o ahora lo contrario, en fin. Lo que significa y ratifica, una vez más, que es propio de todas las culturas y todos los momentos históricos.  

En la novela, nunca hace referencia a la nacionalidad de los migrantes, pero es evidente que son venezolanos, ¿por qué?

Esa evidencia que menciona es puramente circunstancial, como anoté antes. Y depende por supuesto del lugar en donde se lea el libro. De hecho, las ediciones que se están preparando para México y Argentina tienen algunos ajustes que no permiten detectar una nacionalidad específica, sino por el contrario, extrapolarlas a las circunstancias locales.

¿Por qué el papel de la mujer es tan preponderante dentro de su historia?

Porque se quiera o no, las mujeres en los procesos migratorios son las que suelen llevar, conservar y también acondicionar toda la riqueza de su cultura de origen; en general, son ellas las que preservan los mitos, las canciones, las artes culinarias, las costumbres del hogar, los hábitos de enseñanza, de sanación, etcétera., es decir, la cosmovisión propia. El hombre suele ir abriendo el sendero, pero ellas llevan casi siempre la carga; de hecho, lo común es ver que mientras el hombre lleva en alto la lanza o desbroza el camino, ella va cargando con las crías, las mantas, los alimentos, las medicinas, los bártulos y la música de su corazón.

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