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Frontera
Mafia del cabello en La Parada
Nuestro equipo periodístico, que investigaba sobre esta actividad, fue agredido por un grupo de afrodescendientes del Valle.
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Sábado, 18 de Agosto de 2018

A un día de cumplirse tres años del cierre fronterizo decretado de manera unilateral por el presidente Nicolás Maduro, este medio de comunicación quiso preparar un especial sobre algunas de las situaciones más duras por las que han tenido que pasar varias familias venezolanas para poder sobrevivir en territorio colombiano; pero fue imposible.

Este viernes, cuando nuestro equipo periodístico se disponía a realizar el trabajo de recolección de historias en inmediaciones de La Parada, fue agredido verbal y físicamente por un grupo de más de 25 afrodescendientes que no permitió realizar el trabajo fotográfico. 

Al parecer, algunas de estas personas controlan varias de las actividades ilegales que allí se realizan a diario, como la compra de pelo de venezolanas, a precios irrisorios, aprovechándose de las necesidades que traen estas mujeres desde el vecino país.

¿Qué pasó? 

(Momento en el que agradieron a nuestro equipo periodístico.)

Eran las 9:10 de la mañana cuando los cuatro periodistas, debidamente identificados, llegaron al sector conocido como ‘La Virgen’ para sacar fotografías a las personas que se dedican a la compra y reventa de cabello, acción que estas personas no permitieron, reprochándole a nuestro reportero gráfico por qué tomaba fotos. 

De nada sirvió que el fotógrafo les dijera que estaba realizando su trabajo, algo que podía hacer sin ningún problema porque estaba en un espacio público.

Conforme pasaron los minutos, el ambiente se empezó a enrarecer y al grupo de afros se sumaron más personas de la zona, molestas por el trabajo periodístico que los profesionales de este medio intentaban realizar.

“¡Lárguense de aquí, no los queremos por estos lados!”, gritaban algunos de los presentes, mientras el fotógrafo luchaba por no desprenderse de su cámara ante el tumulto de gente que cada vez lo acorralaba más.

Al lugar se acercaron unos cinco policías que intentaron calmar los ánimos de los cortadores de cabello, pero su presencia no obtuvo resultado, pues el reportero terminó en el suelo cuando uno de los representantes del grupo de afros arremetió contra él, le dio un cabezazo y salió caminando del lugar escoltado por todo su combo; y aunque fue detenido por la Policía, el hombre pudo escapar tras forcejear con los uniformados.

Luego, corrió a esconderse en uno de los hoteles del lugar, evitando que los policías lo encontraran.

Impotente ante la situación que se presentaba, nuestro equipo periodístico decidió seguir presente en el lugar para intentar dialogar con la comunidad y poder seguir adelante con el reportaje, pero nuevamente fue atacado, pues una mujer, esposa de uno de los integrantes del grupo afro, empezó a gritar a una de las periodistas “¡sal de aquí o te van a matar, malpari*% hijuepu&#!”, mientras le arrojaba agua a presión en la cara y en el cuerpo, salpicando también al comandante del tercer distrito de la Policía, mayor Orlando Cáceres.

Segundos después, esta mujer fue capturada por cinco hombres de la Policía, pero cuando uno de nuestros periodistas se disponía a grabar esta situación, fue rociado con café caliente en su cuello, impidiéndole hacer uso de su teléfono celular. Gracias a su reacción, las heridas fueron leves.

Esta mujer, sin embargo, logró ‘volársele’ a los cinco policías que la detuvieron. Luego, emprendió la huida hacia uno de los hoteles del sector, donde nunca fue encontrada.

La Parada, lastimosamente, se ha convertido en tierra de nadie, en un lugar donde pocos mandan y los demás obedecen.

Por eso, la pregunta que todos se hacen ante situaciones como la registrada el día anterior, es ¿quién manda allí? Al parecer, ni la Policía lo sabe.

Ante los hechos ocurridos con el equipo periodístico, los comunicadores sociales pusieron las respectivas denuncias ante las autoridades competentes por las agresiones recibidas.

La mafia del pelo

(Venezolanas venden su cabello a precios irrisorios.)

A los múltiples problemas que convergen en esta zona fronteriza, en donde la ley pareciera no existir, se suma el negocio que tienen más de 50 afrocolombianos que se vinieron del Valle del Cauca y otras poblaciones del pacífico colombiano, a comprar, por una suma muy baja, mechones de pelo de mujeres venezolanas.

En el separador vial, sector ‘La Virgen’, estas personas, la mayoría de ellas peluqueras, se aprovechan de la necesidad de las venezolanas que, en busca de sustento, se ven casi que obligadas a vender por 10 mil, 20 mil o 30 mil pesos, varios mechones que les son cortados sin ningún tipo de medida sanitaria, en plena calle y ante la mirada de todos. 

Desde el inicio de este ‘negocio’, se ha publicado lo que viene ocurriendo allí. Sin embargo, las autoridades parecieran hacerse las de la ‘vista gorda’.

Cómo funciona el ‘negocio’. “Te compro cabello, mami. Te quitamos solo volumen y a buen precio...”. Así de espontánea es la oferta de los mal llamados ‘arrastradores’, venezolanos y colombianos que trabajan por comisión con las afrodescendientes y quienes abordan a las transeúntes (futuras clientas) para lograr convencerlas.

La mayoría de esos arrastradores se despliegan cada día en la calle, los andenes y hasta el puente Simón Bolívar, y ante la mirada de los policías gritan su oferta. 

“A quien logran convencer, la llevan hasta donde las jefas, que son las que deciden, según la calidad del cabello, el largo y lo abundante que sea, cuánto pueden pagar. De ese pago, depende lo que me gano por comisión”, contó uno de los venezolanos que trabajan en el ‘negocio’.

Aunque este viernes indagamos directamente con las mujeres peluqueras sobre su trabajo, nuestro equipo periodístico recibió insultos y agresiones. No obstante, para que se hagan a una idea de cuán rentable puede ser este negocio, se pudo establecer que una peluca de cabello natural puede llegar a costar hasta 4 millones de pesos. 

Los corrieron

Este viernes, al finalizar la tarde, la Policía Metropolitana logró recuperar el espacio público ocupado por estas personas que se dedican a cortar el pelo de manera improvisada. Allí pusieron vallas y aseguraron el lugar, para evitar que sigan apoderándose del sector. 

La Policía se pronunció

El teniente coronel Franklin Cruz, comandante encargado de la Policía Metropolitana, dijo que con las fotografías que ya tienen de los agresores, podrán hacer el trabajo investigativo para dar con su paradero. 

"Les podremos aplicar el Código de Policía y por las agresiones contra la prensa, las judicializaciones correspondientes", aseguró el oficial. "Desde el jueves estamos con los planes de recuperación del espacio público; la Alcaldía de Villa del Rosario también emitió un decreto sobre este particular", puntualizó.

Redacción Q'hubo

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