Ginecólogos, anestesiólogos, oncólogos, cirujanos, médicos generales llegados del estado Táchira se apostaron frente al puente internacional de Tienditas, del lado de Cúcuta, a exigir que el Gobierno de Venezuela permita la entrada de la ayuda internacional a territorio venezolano.

Caminando, con una bandera gigante de Venezuela, el grupo de 50 galenos gritaba: ¿quiénes somos?... Venezuela, ¿qué queremos?... ayuda humanitaria.

Cantando el Gloria al Bravo Pueblo, de manera simbólica, como ellos mismos explicaron, están pidiendo que se permita el acceso de la ayuda. Aunque sostuvieron que desconocen qué tipo de insumos o medicinas están guardados en Tienditas.

“Sabemos lo que se ha oído a través de las redes sociales. Sí sabemos que viene ayuda de medicinas, equipos médicos, kits”, dijo Gerardo Vega, ginecólogo venezolano en Cúcuta. 

Ismar Marquina, médica anestesióloga, enfatizó que a la par del proceso político que está viviendo el vecino país, lo urgente es la ayuda. Y sostuvo que era vital porque “ninguna unidad de hemodiálisis del estado Táchira está dotada con los insumos, en nuestros quirófanos no hay ni jabón para lavarnos las manos, no hay tratamiento para los pacientes con cáncer, no hay sueros”, detalló.

Entre el grupo también estaban Nelly Carrero y Stella Ribas, especialistas del Hospital Oncológico del Táchira, que indicaron que decidieron sumarse a la iniciativa para ser la voz de muchos de sus pacientes, de los cuales aseguran no pueden recibir sus tratamiento de manera oportuna.

“La situación de los hospitales públicos es muy difícil, y no logra satisfacer la demanda del pueblo venezolano. Son pacientes que tardan 3 o 4 meses para iniciar sus tratamientos, y este tiempo les compromete la vida”, sostuvo.

Vega explicó que él y sus colegas en la ciudad les toca también ver llegar a cientos de venezolanos en búsqueda de una sanación para sus patologías. 

Insistió en que la ayuda debe ser una prioridad, por lo que agradeció a la comunidad internacional por el apoyo dado a los venezolanos. Además, dijeron que ellos podían prestar su trabajo para que las ayudas médicas llegaran a los pacientes.

Redes sociales convocan

Las redes sociales se han convertido para los venezolanos en una herramienta eficaz cuando de convocatorias masivas se trata. 

Quizás como una respuesta alternativa al férreo bloqueo informativo que se impone en los medios de comunicación social a través de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).

El tema de la ayuda internacional no ha sido la excepción y tras conocerse las imágenes del bloqueo en Tienditas, las redes sociales venezolanas se han inundado de mensajes de organización y convocatoria social.

Los mensajes son, en su mayoría anónimos, para evitar la represión que ha llevado ya a la cárcel a algunos tuiteros y yuotubers en oportunidades anteriores.

Otros buscan la organización de algunos sectores de la sociedad civil, como los que fueron compartidos para lograr la coordinación de este grupo de médicos.

“La verdad que me parece que deberían dejar pasar la ayuda que necesitamos, porque como se ha visto en los últimos años, ya no alcanzan los insumos que tenemos aquí para dar respuesta a los enfermos”, dijo la doctora Isabel Zambrano.

También ciertos mensajes apuntan a convocatorias para mañana, cuando en Venezuela se celebra el Día de la Juventud, en remembranza de una heroica gesta llevada adelante por un grupo de seminaristas adolescentes en el estado Aragua durante las luchas independentistas venezolanas.

Pero el mensaje trasciende las plataformas tecnológicas y es presentado –por ejemplo- en pancartas, por un grupo de venezolanos que en los últimos días se ha apostado al pie del puente internacional Simón Bolívar, convocando a una acción de protestas en las poblaciones fronterizas de San Antonio y Ureña para este mismo día.

Tales convocatorias tampoco constituyen una circunstancia exclusiva de los últimos acontecimientos registrados en Venezuela, y prueba de ellos fue la sigilosa organización de las llamadas “Damas de Blanco”, que ya una vez sorprendieron a Venezuela y al mundo al romper el férreo bloqueo que por cerca de un año se mantuvo sobre los pasos internacionales entre Venezuela y Colombia durante el cierre de fronteras de 2015.