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Frontera
Pasaron la noche en la calle esperando cruzar a Cúcuta
Muchos de ellos viajaron durante largas horas por carretera, desde diversos estados de Venezuela.
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Eilyn Cardozo
Lunes, 18 de Julio de 2016

La multitudinaria oleada de venezolanos que ayer abarrotó los puentes internacionales superó con creces las expectativas de los gobiernos de Colombia y Venezuela.

Muchos de ellos viajaron durante largas horas por carretera, desde diversos estados de Venezuela, para buscar en Colombia alivio a sus múltiples necesidades.

Las razones fueron diversas, desde adquirir alimentos hasta el reencuentro entre familiares que no se veían desde hace varios meses, pasando por la búsqueda de medicinas y tratamientos médicos.

Elizabeth Pérez, de 58 años, estaba en la Avenida Venezuela alrededor de las 5:00 de la mañana. Había llegado desde La Candelaria, un sector popular de Caracas, con la esperanza de hacer  algunas compras en Cúcuta.

“Lentejitas, caraotas, arroz, azúcar, aceite, papel de baño, jabón de tocador, shampoo”, dijo al enumerar sus prioridades de compra.

Relató que se queda en casa de unos amigos, “y me da hasta pena porque estamos haciendo una sola comida, almuercito, porque ni desayuno ni cena”.

Entre quienes aguardaban para cruzar también se encontraba Giovanny Romero. Viajó desde Calera, en el estado Trujillo, durante unas 8 horas, para estar entre los primeros que pasaron a Colombia.

Con 28 años de edad, viajó por motivos de salud, porque necesita hacerse un examen especializado para atender su dolencia de riñón y en Calera no hay ni los reactivos para el examen ni los medicamentos para su tratamiento.

Su familia en Cúcuta, a la que no veía desde hace un año, lo esperaba al otro lado de la frontera para ayudarle con las diligencias.

Además de sus requerimientos médicos aseguró que intentaría llevarse “todo lo que pueda, aunque sea leche para la niña y pañales, porque en Calera no se consigue nada.

Erna Millán, de 59 años salió el viernes a la 1:00 de la tarde desde Puerto Cabello, estado Carabobo a comprar en Cúcuta medicinas e insumos médicos para sí misma y para su nieta que requiere una cesárea.

Llegó a San Antonio en la madrugada del domingo y aguardó en la calle hasta que le permitieron el paso. Dijo sentirse segura, pues había Guardias Nacionales dispuestos a lo largo de toda la Avenida Venezuela, luego, junto con miles de compatriotas, aguardó en el puente hasta las 7:00 de la mañana ( hora local de Venezuela) a que las autoridades colombianas permitieran el paso.

Almacenes de San Antonio permanecieron cerrados el domingo

Pese a las decenas de miles de personas que transitaron este domingo desde San Antonio hacia Cúcuta a través de la frontera, el comercio del lado venezolano no reaccionó ante la oleada de potenciales compradores que cruzaron por el puente SIMÓN Bolívar.

Contrario a la ebullición que se observaba en Cúcuta, en San Antonio, dedicado principalmente a la actividad comercial, parecía un pueblo fantasma.

Tanto en la Avenida Venezuela, que conduce a la Aduana y de allí a la frontera con Colombia, como el centro de la ciudad, lucía desolado y sin ningún tipo de actividad.

Sin embargo el transporte público pareció tomar un poco de aliento para dar respuesta a los viajeros que se movilizaron desde y hacia San Cristóbal.

El sector hotelero también registró una actividad poco usual, tras casi un año de cierre de frontera, reportando una ocupación cercana al 90%. Sólo 5 de las 53 habitaciones del Hotel Internacional estaban disponibles ayer, le dijo a La Opinión el administrador, Kevin Prato, quien agregó que aunque la mayoría de los huéspedes se movilizó desde diversos municipios del Táchira, había algunos procedentes de Caracas, Barquisimeto, Guanare y Valencia.

Tiendas de ropa, marroquinería, calzado y accesorios se encontraban cerradas, mientras solo unas pocas panaderías, restaurantes y ventas de comida abrieron sus puertas al público.

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