Si este lunes no se hubiera reabierto el paso por los puentes internacionales, muy seguramente ningún estudiante venezolano hubiera podido venir a recibir clases. El motivo: la crecida del río Táchira, que ofrecía dificultades para pasar hacia las trochas.
Pero no, de manera inesperada, los más de 4.000 estudiantes que viven en Ureña y San Antonio pudieron cruzar la frontera de manera segura, en el caso de Villa del Rosario y Cúcuta, por los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander: lo pedían a gritos hacía más de 15 días.
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En las primeras horas de la mañana, no solo se permitió el paso para los estudiantes: también para los enfermos que debían venir por tratamiento y medicinas a Colombia, y bien entrada la mañana, pudieron pasar la frontera en ambos sentidos todos los demás.
La única restricción que había era el paso de mercado o de paquetes grandes. La Guardia Nacional Bolivariana hizo regresar hacia Colombia a todo el que intentó pasar hacia Venezuela con estas cargas.
En un comienzo se dijo que el corredor habilitado era solo para estudiantes y enfermos, Sin embargo, en ambos sentidos se permitió el paso de personas en cualquier condición.
Muy temprano, también, el diputado venezolano oficialista, Luis Mora, informó que por orden del presidente Nicolás Maduro se abrió el paso por los puentes internacionales para estudiantes y pacientes de tratamientos.
Dijo que en estos pasos formales estaba dispuesta toda la institucionalidad para brindar la salvaguarda de los derechos fundamentales a los connacionales que necesitan cruzar la frontera.
Otro diputado de la oposición, José Manuel Olivares calificó la apertura del corredor solidario como una victoria de las mamás de Táchira, que no permitireron que les arrabatarán el derecho a la educación a sus hijos.
De hecho, las más felices en los pasos oficiales eran las mamás que acompañaban a sus hijos a la escuela. “¡Qué felicidad, lo logramos!, gritaban al momento de cruzar hacia Colombia con sus niños.
Aunque Migración Colombia no dio a conocer una cifra de las personas que cruzaron por los puentes oficiales, se calcula que lo hicieron unas 7.000, entre estudiantes, enfermos y personas en general.
(El paso de estudiantes y de personas enfermas se produjo sin contratiempos por el puente Francisco de Paula Santander.)
Cesó la angustia
Para la Procuraduría Regional y la Defensoría del Pueblo en Norte de Santander, la reapertura de los pasos oficiales significó ayer para los habitantes de la frontera el fin de la angustia, en especial de los estudiantes y sus papás, porque ahora cuentan con mejores garantías para venir a la escuela.
Los representantes de los órganos de control, Edgar Fandiño y Jorge Villamizar, respectivamente, habían hecho esta petición el pasado 7 de marzo al mayor general del Ejército (Redi Táchira), Barnan Martínez, en dirección a que se permitiera la apertura de un corredor por el cual pudieran transitar de manera segura hacia sus escuelas a los más de tres mil estudiantes venecezolanos, quienes antes debían hacerlo afrontando el peligro por las trochas.
Este paso también se había solicitado para las personas enfermas.
