En Venezuela no hay cifras oficiales de salud, pues los boletines epidemiológicos que deberían darse a conocer semanalmente no se publican desde hace casi 170 semanas.
Sin embargo, pese al silencio institucional, los especialistas tratan de llevar sus propias estadísticas para dimensionar el problema de salud.
Noel Calderón, directivo de la Corporación de Salud del estado Táchira, refirió que en este estado fronterizo, al cierre de 2017, se multiplicaron los casos de malaria y se pasó de 50 enfermos anuales, a 600, y solo en enero de 2018 se registraron ya 150 casos.
Incluso, la mortalidad por esta enfermedad se disparó, por cuanto no hay tratamientos para la atención de los pacientes.
Los indicadores manejados por Corposalud dan cuenta de un incremento en la mortalidad general debido a la escasez de medicamentos, en especial para enfermedades degenerativas o crónicas, como hipertensión, diabetes, VIH, entre otros.
Otra enfermedad que aumentó sus cifras es la difteria, erradicada en Venezuela desde hace 25 años, pero que hoy está en los niveles registrados en los años 50.
A ello se suman los casos de desnutrición y de mortalidad infantil; este último subió 66 por ciento, sobre todo de neonatos.
Solo la semana anterior se registraron 11 fallecimientos en Táchira.
De un registro de 8 mil muertes infantiles en 2016, el pasado año cerró con 11 mil muertes de niños menores de 5 años, es decir, un incremento del 32 por ciento.
