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Vecinos volvieron a cruzar la frontera para llenar sus alacenas

Arroz, panela, azúcar, harina, aceite y artículos de aseo fueron algunos de los productos que compraron los venezolanos.

Los miles de venezolanos y colombianos residentes en Venezuela que cruzaron este sábado el paso fronterizo, lo hicieron en busca de alimentos ante la escasez que se vive en este país desde hace un par de meses.

Aunque debieron soportar varios minutos de fila para ingresar a Colombia y otros minutos adicionales mientras sellaban la Tarjeta Migratoria, la espera, aseguran, valió la pena, pues en los supermercados de la zona céntrica de Cúcuta encontraron todo tipo de víveres.

Calculadora en mano, Nelson Niño, obrero residente en San Cristóbal hace las conversiones de precios de pesos a bolívares, y aunque comprar en la capital nortesantandereana le es más costoso por el cambio de moneda, compró gustoso arroz, panela, azúcar, harina y aceite, productos que según él son difíciles de encontrar en la capital del estado Táchira.

“Trabajo todo el día y si quiero alcanzar a comprar algo en San Cristóbal debo hacer unas filas muy largas. Cuando supe de la reapertura de la frontera me vine de una para poder mercar”, explicó emocionado Niño, pese a que solo cuenta con $ 50 mil pesos en su bolsillo.

Niño y sus connacionales llegaron a la avenida 6 de Cúcuta en un bus de los más de veinte que se instalaron en La Parada para transportar a los compradores, en una ruta hacía el centro de Cúcuta.

Mary Salcedo viajó unas 14 horas desde Maracay (a unos 800 kilómetros de San Cristóbal) y por primera vez se dispone a cruzar la frontera para comprar algunos alimentos para ella, su mamá y sus dos hermanas.

Esta joven de apenas 17 años y estudiante de Ingeniería petroquímica en la Unefa de Valencia (estado Carabobo), trajo termos de café y aromáticas y con lo que haga de las ventas espera comprar arroz, azúcar y café.

Por su parte, Carmen Vega, un ama de casa que  pasó el puente junto a sus dos hijas, de 4 y 7 años, dijo que la manera en que se hizo el cierre de la frontera “fue arbitrario y género una crisis que obliga a las personas a buscar, donde sea, alimentos y medicinas y lo más cercano es Colombia”. Vega tenía 50 mil bolívares para comprar  azúcar, arroz, aceite y papel higiénico.

Aunque en esta ocasión la cantidad de compradores no fue ni la mitad de los que pasaron a la fuerza la frontera el 10 y 17 de julio pasado (unos 100 mil),  los dueños de los supermercados tuvieron que duplicar su número de trabajadores, y constantemente iban llenando los anaqueles que estaban vacíos.

La única preocupación de los venezolanos al terminar de completar su lista de mercado era que les dejaran pasar al otro lado los productos, como efectivamente sucedió.

En este paso de mercancías solo hubo un pequeño altercado con quienes quisieron pasar a Venezuela llantas de carros y motocicletas. Aunque al principio la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (Dian) no dejaba pasar estos artículos por no considerarlos parte de la canasta familiar, como se había acordado, finalmente cedió y dejó claro que solo permitiría el paso de estos productos por el día de ayer y hasta nueva orden.

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Sábado, 13 de Agosto de 2016
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