El sufrimiento ha sido muy grande para Yeslie José Asdrubal Aranda Mora. Hace cinco años la vida ‘chocó’ muy duro contra él. Un accidente de tránsito en Barinas (Venezuela), cuando se desempeñaba como conductor de autobús, les cambió todo a él y a su hija. 

Este venezolano de 56 años, técnico en electrónica, luchador y amante de las aventuras y los paisajes, dedicó gran parte de su vida a vender maletines y a ser chofer. 

“Mi vida era muy tranquila, yo siempre permanecía en ese trabajo y con eso me sostenía”, contó con un poco de nostalgia. 

Aunque –agregó- es un trabajo que tiene mucho riesgo, porque no solo requiere de mi responsabilidad, sino de la los demás conductores y eso fue lo que nos ocurrió.

El peor día

Yeslie José Asdrúbal y su hija, Diayar Paola Aranda Hernández, se desplazaban por una vía del estado Barinas, el 13 agosto de 2013, a las 11:30 de la mañana, cuando ocurrió lo peor. 

Al parecer, el micro sueño de un hombre que manejaba una gandola de combustible, terminó estrellándose contra el bus de ellos, ocasionando un aparatoso accidente, que si bien no fue fatal, lo dejó sin una pierna a él y a su hija. 

“Para mi hija fue muy duro. Ella apenas tenía 23 añitos y su superación fue mucho más difícil, pero algo me tenía que inventar para salir de este momento difícil por el que estábamos atravesando”, señaló el venezolano.

Un año después del trágico suceso, este valiente hombre decidió empezar a caminar, a hacer más ejercicio de lo común y aun estando en muletas, emprendió su primera caminata con ayuda de algunas personas, hasta el Santo Cristo de La Grita (Venezuela). 

“Fue un camino largo, pero lo bueno era que no sentía el cansancio”, indicó Asdrubal, quien además indicó que sentía que había llegado el momento para afrontar retos mayores. 

“Voy a recorrer toda Suramérica en un pierna”, le dijo a un amigo que no le creyó mucho. “Estoy seguro que puedo”, añadió. 

Planeó e inició su travesía

El hombre entusiasmado por el viaje que emprendería, ayudado por una especie de carrito que él mismo construyó, planeó visitar muchos lugares, entre ellos Ushuaia, una ciudad turística de Argentina, ubicada en el archipiélago de Tierra del Fuego, apodado el ‘Fin del Mundo’. 

“Me veo pasando por el fin del mundo. De mi casa hasta allá, hay 10.406 kilómetros, derechito. Lo tengo que lograr”, expresó.

El viaje empezó en su natal Venezuela, en San Cristóbal. De ahí pasó para San Antonio y llegó a Cúcuta. Estando en la capital nortesantandereana aprovechó para hacerle unos arreglos a su carrito y salió directo hacia Pamplona. El recorrido empezó a las 7 de la mañana y llegó a las 7 de la noche. 

“Me demoré 12 horas, y eso porque a las 5 de la tarde me aparecieron ‘ángeles’ en el camino, que me dieron un empujoncito, lo reconozco”, contó Aranda.

Hoy este hombre se encuentra viajando hacia Bucaramanga y de ahí partirá hacia Bogotá y luego a Medellín, ciudad que anhela conocer. 

Ya terminado su paso por Colombia, su ruta será la siguiente: Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Guyana Francesa, Surinam, Guyana y retornará a Venezuela por Santa Helena de Uairén. 

Este venezolano espera volver a su casa en una línea de tiempo de tres años, pero habiendo cumplido el sueño de él y la promesa que le hizo a su hija de recorrer toda Suramérica en una pierna. Una completa hazaña.

* Por Rito Julio Patiño
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