En el estado Táchira, los precios de los productos también suben en moneda colombiana.
En casi todas las economías del mundo, los precios fijados en moneda norteamericana se mantienen estables y el valor de la divisa es tan firme que se impone en la mayoría de las transacciones económicas internacionales.
El proceso económico en Táchira tiene su propia versión local, pues debido a la cercanía con Colombia, los productos de consumo frecuente se manejan con precios fijados en pesos, que también suben con frecuencia, pese a que en Colombia los precios de esos mismos productos se mantengan más o menos estables.
Aldo Contreras, economista y amplio conocedor del mercado fronterizo colombo-venezolano, explica que ello se debe a una serie de factores concatenados, entre los que destacan la especulación y la baja productividad, los cuales terminan elevando el precio unitario porque tal como lo establece la máxima económica, “a menor producción, mayor costo”, sumado a una apreciación del tipo de cambio real.
En el caso de Venezuela, un mismo cartón de huevos, vendido en la misma mesita de la calle, pasó de $7.000 a $10.000 en una semana; y –según Contreras– eso sucede por un factor especulativo.
La dolarización (o pesificación) invade el ámbito laboral, pues ya nadie quiere percibir sueldos en bolívares, lo que lleva a empresarios y comerciantes a ofrecer a sus trabajadores ingresos en pesos -en el caso de Táchira y otras entidades fronterizas-, o en dólares, cuando se trata de empresas a nivel nacional.