Jugar en condiciones "casi imposibles" forjó su talento, se convence Yelkis. "Correr y acomodar y controlar un balón donde hay piedra, donde hay huecos, donde hay tierra" es para pocos.
Muchos a su alrededor dejaron atrás el sueño de ser futbolistas. La Guajira es el departamento más pobre de Colombia (67,8%) y epicentro de una hambruna infantil que mató a al menos 5.000 niños en la última década, según la principal organización indígena.
Cuando Díaz recoge sus pasos, prefiere quitarse las zapatillas y sentir la tierra ardiente. La última vez que lo hizo, en julio pasado, el pueblo entero enloqueció para ver al goleador de la Copa América de 2021.
Mi juego es muestra "de mis raíces, donde siempre me crié", soltó recientemente tras ser elegido el mejor jugador en las semifinales de la Liga de Campeones.
"James wayuu"
En 2015, una inédita selección wayuu participó en el primer torneo entre etnias de Colombia.
En las gradas, la leyenda del fútbol colombiano Carlos Valderrama tomaba nota. El Pibe convocó a los mejores y conformó la selección indígena de Colombia que ese mismo año enfrentó en Chile a comuneros de toda Sudamérica.
Díaz actuó allí junto a Daniel Bolívar, su mejor amigo que jugaba de '10' en el medio campo. Si bien había indígenas de todo el país, los wayuus eran los encargados de los goles y las asistencias en una selección que jugaba con una camiseta genérica y sin patrocinios.
"En estos pueblos tan perdidos por el deporte", el visto bueno de Valderrama "fue algo que en realidad nos motivó mucho", recuerda el socio de Díaz.
Considerado entonces el "James wayuu", por su estilo de juego similar al del estelar James Rodríguez, Bolívar torció el camino y ahora es conductor de maquinaria en El Cerrejón.
Rumbo a Europa
Gracias al ascenso de "Lucho" hoy se construyen canchas de hierba sintética en Barrancas. Lo ideal sería tener césped natural, pero el escaso servicio de agua, que funciona tres días a la semana, haría imposible el riego.