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Cúcuta, tierra de talentos motilones
La pandemia no fue un impedimento para seguir entrenando a los futuros futbolistas de la región. 
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Domingo, 29 de Noviembre de 2020

El fútbol cucuteño vive un momento dulce en cuanto a oportunidades, para bien o para mal , el Cúcuta Deportivo les ha abierto las puertas a los jóvenes de la región para que sean parte de su equipo profesional, y es por esto que, en medio de la situación complicada que atraviesa el club, se vio a muchos nortesantandereanos debutar en el profesionalismo.

Asimismo, existen escuelas deportivas alrededor de la ciudad que les dan la oportunidad a los jóvenes de practicar deporte y cumplir el sueño de ser futbolistas profesionales, tal como lo hace Talento Motilón, que, desde su creación en 2013, ha recibido a más de 100 adolescentes de manera gratuita de las zonas más vulnerables de Cúcuta.

Óscar Faustino Ortiz, exlateral motilón en varios periplos de los 90 y principios de los 2000, es quien ha liderado desde el comienzo esta iniciativa, aquella que busca resocializar a estos muchachos para que vayan por el camino del bien.

“Nosotros empezamos trabajando con una fundación que se llamaba Orgullo Motilón, contando con el apoyo de exfutbolistas como Giovanni ‘La Chaza’ García o Daniel Gómez, pero finalmente quedé al frente de este proyecto”, acotó Ortiz.

La Pastora, Camilo Daza, Brisas del Mirador, Brisas de Paz y Futuro, Brisas de Los Andes, Antonia Santos, Escalabrini y Minuto de Dios son unos de los barrios a donde va con frecuencia Talento Motilón para que niños y niñas formen parte de su proyecto social y se sumen a las categorías de 2008, 2007 y 2006.

“Los que pertenecen a la labor social, no tienen que pagar nada de mensualidad o uniformes, lo único que se costean ellos, a veces, es el transporte para los entrenamientos, porque hay casos en los que les colaboramos debido a la situación económica que manejan algunos padres de familia”, afirmó Ortiz.

El exjugador del Cúcuta Deportivo, en diálogo con La Opinión, expresó que los inicios fueron muy complicados, “se hacían rifas, actividades, bazares, algunas personas apoyaban con implementos o económicamente para poder viajar a participar en distintos torneos a nivel nacional, con el fin de mostrar no solo a los jóvenes, sino esta bonita labor”.

Jaime Barrera, uno de los colaboradores del ‘Tino’ en la escuela, comentó que han trabajado con niños víctimas de abuso sexual, de desplazamiento armado, entre otros, así como también han visto aquellos que se desviaron del proyecto y cayeron en el mundo de la drogadicción.

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“Los padres son muy agradecidos, entienden que el tener los muchachos ocupados haciendo deporte, permitirá que no estén pensando en el vicio y demás; de igual forma, tratamos de vincular a los papás que están desempleados para que trabajen con nosotros en la caseta, en la cancha o en los partidos, de esta forma también están cerca de sus hijos”, aseveró el exjugador.

Un ‘Ángel’ con talento

Tener 8 años, medir un poco más del metro, admirar a Lionel Messi y estar vivo de milagro, son unas de las características que posee Ángel David Villamizar Cruz, quien padece de una enfermedad renal crónica fase 5 y necesita un trasplante de riñón.

Ángel hace parte de Talento Motilón desde hace un año cuando hicieron unas convocatorias en Jerónimo Uribe, donde vive con su padre Ángel Villamizar, su madrastra Karina Manzano y sus cuatro hermanos.

No falta a ningún entrenamiento, lo acompaña su madrastra o el abuelo, vive su vida como la de cualquier otro niño, y dice que su amor por el fútbol ha sido desde siempre. Además, sueña con jugar en el Cúcuta Deportivo, Barcelona de España y en la Selección Colombia, como James Rodríguez.

“Él aparecía en la ecografía con una enfermedad, pero todos pensaron que era la mamá del niño la del problema, hasta que nació y se dieron cuenta de la falla que tenía en los riñones, uno de ellos se dilata causando la hidronefrosis bilateral, la que se soluciona con el trasplante”, dijo Karina.

Ángel ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente en tres oportunidades, ya sea para hacerle diálisis o reconstrucción de uréter y, de esta manera, no dejar que avance con rapidez la enfermedad.

“En estos momentos él no necesita el trasplante porque su cuerpo es pequeño y la contaminación que tiene, el cuerpo la trabaja y no hay problema, pero en el instante que su cuerpo colapse y la creatinina siga contaminando, se tiene que hacer de inmediato el proceso de trasplante”, mencionó la madrastra que está con él desde que tiene tres años.

Respecto al proceso que han tenido que lidiar con las EPS, Karina enfatizó que ellos estaban con Medimás, donde les costeaban los viajes a Bogotá para ir a la Fundación Cardioinfantil por medio de una tutela, hasta que esta entidad empezó a decaer, se cortó el convenio y se echó para atrás la cirugía, aquella en la que el papá del niño, es el primer candidato para el trasplante.

“Ahora estamos con La Nueva EPS, pero todo ha sido más complicado porque nos toca pagar la medicina, exámenes y las hormonas de crecimiento que cuestan 300 mil pesos y duran un mes si se inyectan todos los días en su pierna”, expresó Karina.

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El inyectarle estas hormonas es la mayor preocupación de los tutores de Ángel, todo esto debido a la falta de acompañamiento por parte de la entidad de salud, la que no les asegura gestionar la cirugía en el momento que él se empiece a complicar, por lo que puede perder la vida.

“A mi esposo le dijeron: disfrútelo, porque puede llegar el momento que colapse. Y eso es lo que nosotros pedimos, que nos aseguren que estarán pendientes al avance del niño para evitar que muera”, manifestó Manzano, quien trabaja en la Clínica Duarte en servicios generales.

Por otra parte, recalcó que están esperando otra cirugía, aunque esta tiene que ver con sus oídos porque sufre de otitis, diligencias que hacen en el tiempo que tienen libre cuando no está trabajando ella o Ángel Villamizar, el padre del menor, quien es conductor de una empresa de dulces.

 Ángel Villamizar necesita un trasplante de riñón y una cirugía en el oído porque sufre de otitis.

 

El ‘Totoy’ motilón

Jesús Damián Guerrero, mejor conocido como ‘Totoy’, es un delantero nacido en el 2006 que sueña con sacar su familia adelante a través del fútbol, aquella que es integrada por sus padres Robinson Guerrero y Yurley Ropero, junto a una hermana de 8 años y Rubén Darío Guerrero, de 12, juega como volante y se le nombró así en honor a un exjugador del Cúcuta Deportivo, Rubén Darío Bustos.

Llegó a entrenar a Talento Motilón un día por intermedio de un amigo y el ‘Tino’ le dijo que se quedara, habló con sus padres, conoció su situación y le ofreció la beca para que estuviera sin ningún inconveniente en la escuela hace dos años.

Vive en Brisas de La Hermita, admira a Cristiano Ronaldo y James Rodríguez, y, así como ellos, le gustaría jugar en el Real Madrid, aunque quisiera defender los colores rojinegros en un principio.

El llegar a entrenar es un sacrificio para sus padres, “es duro porque a veces hay que sacar del mercado para poderlos traer, pero uno por ellos hace todo”, afirmó entre lágrimas Robinson, quien tiene 36 años y es uno de los papás que trabaja en la escuela, además, se desenvuelve como pintor de casas.

“Me ha tocado difícil, pero he tenido el apoyo del ‘Tino’ y Jaime Barrera, quienes becaron a mis dos niños, a veces cuando no tengo para la buseta, me da pena, pero ellos me colaboran con los pasajes”, explica Guerrero, mientras argumenta que todo esto lo hace también porque los profesores de la escuela ven el talento de sus hijos y eso lo motiva para seguir adelante.

La pandemia no fue un impedimento para seguir entrenando, Jesús sostuvo que su papá los entrenaba en una cancha cerca de su casa con algunos implementos que ha conseguido gracias a la escuela.

“Ellos tienen la ambición del fútbol, pero el estudio también tiene que ser una prioridad, porque yo les digo que hay muchos futbolistas que se arrepienten de no haber estudiado una carrera y hoy no ven fruto de todo lo que consiguieron”, finalizó Robinson.

Ni exabogados ni exingenieros

Es precisamente el estudio una de las premisas que maneja Talento Motilón con los jóvenes que hacen parte tanto de la labor social que son por encima de 60, como los de la parte privada, la misma que se ha visto afectada porque ha disminuido en un 70 por ciento a raíz de la pandemia.

“Les enseñamos que hay que ser persona, tratamos que estén alejados de todo lo que ven alrededor de sus casas como droga, explotación sexual o violencia, que no vayan a irse con grupos que están al margen de la ley y que deben estudiar”, asegura el ‘Tino’.

Y añade, “les recalcamos que, si no son futbolistas, deben estudiar, hay exfutbolista, pero nunca un exabogado o exingeniero. Si usted estudió, su profesión es para toda la vida, en cambio la de nosotros no (futbolista), son 10, 15 años, uno que otro que dura 20 y chao”, concluye el líder del proyecto.

Por último, Óscar Faustino Ortíz agrega que en la calle se aprende tanto lo bueno, como lo malo, que en la vida conseguir dinero fácil es ir por el camino equivocado, así que hace la invitación a cualquier entidad o empresa privada de la ciudad, para que apoye el talento local, y de esta forma evitar que muchachos se pierdan por falta del mismo.

Redacción

Julián Pérez  / Practicante de periodismo

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