Con un doblete de su astro Antoine Griezmann, Francia llegó a la final de 'su' Eurocopa-2016 al imponerse 2-0 este jueves en Marsella al campeón mundial Alemania, en una esperada revancha en grandes citas, y ahora va por toda la gloria el domingo en el Stade de France de París ante el Portugal de Cristiano Ronaldo, para reeditar el sueño del Mundial-1998 en ese teatro.
El partido tenía un sabor especial para el volante alemán Bastian Schweinsteiger, quien disputaba su partido número 38 en fases finales de Eurocopas y Mundiales, logrando un récord, pero al final el capitán terminó siendo el villano de la película al cometer el penal infantil que cambió por gol el atacante del Atlético Madrid (45+2), rompiendo el equilibrio del clásico europeo.
El campeón mundial alemán de 31 años, que destronaba a sus compatriotas Miroslav Klose (37 en Eurocopas y Mundiales) y Lothar Matthäus (36), estaba en duda durante la semana por una dolencia en una rodilla pero fue confirmado por su técnico Joachim Low, para sumar experiencia a su equipo diezmado por varias bajas, pero cometió un error garrafal al tapar con su brazo un cabezazo defectuoso de Patrice Evra sin peligro, luego de un córner.
En la segunda parte, Griezmann remató el pleito con un toque a la red (72), tras una jugada de clase de Paul Pogba.
"Jugamos contra un gran equipo que nos puso en dificultad. Esto es fabuloso", dijo el seleccionador Didier Deschamps al término del partido.
La revancha de San Siro
En el choque del domingo, Griezmann, quien convirtió su sexto tanto este jueves en el torneo con el que se afianzó como máximo artillero de la Eurocopa y tiene la Bota de Oro al alcance de la mano, buscará tomarse una revancha individual contra Ronaldo, poco más de un mes después de perder la final de la Champions con el Atleti ante el Real Madrid de CR7.
Será sin dudas el foco de la final: Griezmann-Ronaldo y seguramente el que mejor lo haga le dará a su país el título. Para los Bleus significaría el tercero (1984, 2000) y alcanzaría al tope del palmarés a España y Alemania. En cambio, Portugal va por el primero, tras perder la final de 2004 en casa contra Grecia, cuando Ronaldo tenía apenas 19 años.
Horas antes del partido, el presidente francés François Hollande, que luego asistió al encuentro en la tribuna de honor del Velodrome y no así la canciller alemana Angela Merkel, con otros compromisos en su agenda, pedía a los Bleus que "den lo mejor de sí". "Una victoria (en la final) sería más bonito aún, pero si llegan hasta la final, habrán alcanzado su objetivo", apuntó el primer mandatario francés.
La leyenda alemana del fútbol, Franz Beckenbauer, se había negado a señalar un ganador, pero sí se jugó con otra cosa: el "campeón de la Eurocopa saldrá del vencedor" en Marsella, por lo que los hinchas galos podrán ir más ilusionados al Stade de France.
Ronaldo cada vez más querido
Tras su pase a la final con la victoria 2-0 ante Gales, por segunda vez en su historia (2004 la primera), el plantel de Portugal, con Cristiano Ronaldo de muy buen humor, hizo trabajos regenerativos en el complejo de Marcoussis, ya preparando la final.
Cristiano Ronaldo, autor de un tanto en Lyon con el que igualó el récord del francés Michel Platini de mayor cantidad de goles en Eurocopas (9), se llevó los aplausos más fuertes en la sesión de entrenamiento y el expunta del Manchester United agradeció a la tribuna los aplausos y el caluroso recibimiento que le brindaron los hinchas, aún sorprendidos por el cabezazo del gol en Lyon a 2,88 metros del suelo.
En cambio, Gales ya abandona Francia, pero con esperanza, pese a la eliminación en semis, donde jugó por primera vez en su historia en una gran cita. "El final del torneo no es el final de un ciclo", apunta el seleccionador galés Chris Coleman, quien ahora, al igual que todo el equipo, incluido su as Gareth Bale, miran con fe el próximo desafío: el Mundial de Rusia-2018.
"Hemos vivido una experiencia excepcional y vamos a hacer todo lo posible para volver a revivir esto", aseguró el DT.
París | AFP
