La Selección Colombia de Fútbol de Mayores que compitió en la Copa Mundial Rusia-2018 estuvo integrada por los 23 mejores jugadores del país, según el cuerpo técnico que lidera el argentino José Néstor Pékerman, pero una vez finalizado el Mundial para la tricolor, surge un interrogante de esa selección: ¿fueron los acertados?

El 4 de junio, José Pékerman entregó la lista de los 23 seleccionador para competir en el Mundial y las notables ausencias fueron las de Edwin Cardona y Yimmi Chará, así como Duván Zapata, quien presentó alguna molestia por esos días, pero su recuperación en tiempo justo lo habría sacado de la nómina definitiva.

Antes del viaje a Kazán, durante la concentración en Italia, el lateral izquierdo Frank Fabra se lesionó y su remplazo llegó al día siguiente, Farid Díaz, merecido por el proceso que tuvo en las Eliminatorias, a pesar de que fue el único jugador de campo que no actuó ni un segundo en Rusia.

A diferencia de Brasil-2014, cuando el único que no tuvo actividad fue Camilo Vargas y los otros 22 jugaron al menos un rato, en Rusia-2018 la tricolor no contó con tres jugadores: Farid Díaz, José Cuadrado y de nuevo Camilo Vargas, pero también Miguel Ángel Borja, quien sólo ingresó en el último minuto del tiempo adicional del partido contra Senegal y Cristian Zapata, que sumó cuatro minutos frente a Inglaterra.

Pero más allá de quiénes jugaron o quiénes no, el detalle es el aporte de cada uno de los llamados, si fue determinante o no llenó las expectativas por estar entre los 23 mejores futbolistas colombianos del momento, para enfrentar a los más destacados de los países rivales, en el certamen de más alto rendimiento deportivo en el mundo del fútbol.

Los arqueros

En esta posición no hay dudas, no hay inconformidades y José Pékerman junto a su colaborador Eduardo Niño eligieron sin mayores presiones, porque sabían de la titularidad indiscutida de David Ospina, del proceso de Camilo Vargas para estar ahí, a pesar de su actualidad, y de un premio para el arquero más destacado de la Liga local, José Fernando Cuadrado.

Y los partidos avalaron la decisión, porque Ospina respondió a la altura y cumplió por encima de las expectativas, porque contra Japón salvó en varias oportunidades para que la derrota no fuera mayor; frente a Polonia atajó un par de mano a mano contra Robert Lewandowski que fueron claves y otros más.

Ya contra Senegal no fue tan exigido, pero igual respondió en las dos que tuvo para salvar el arco y dejarlo en cero, sellando una primera fase con dos goles en contra frente a los ‘Samuráis’, uno en cobro desde el punto penal y el otro en tiro de esquina y cabezazo de Yuya Osako. Ospina entregó la fase de grupos como lo hizo en Brasil-2014, con sólo dos anotaciones, cumpliendo a cabalidad.

En octavos de final, la actuación de David fue igualmente destacada, porque se enfrentó al goleador del Mundial, Harry Kane, y sólo permitió un gol, de nuevo con un cobro desde el punto penal, una cuenta pendiente en su carrera deportiva y en especial con la tricolor, pero que recompuso en la definición por esa vía, cuando le atajó a Jordan Henderson, pero sus compañeros no aprovecharon esa gesta.

Para Camilo Vargas fue su segunda experiencia desde el banco de suplentes, tras la misma de Brasil-2014, cuando el segundo arquero, Faryd Mondragón, si vio unos minutos en el tercer partido de la fase de grupos contra Japón, cuando el equipo estaba clasificado y goleaba 3-1. Para Cuadrado estar allá fue ganancia total.

Los defensas

Fue la zona que tuvo los picos más altos de rendimiento, pero también los más bajos. Luego del excelente Mundial de Mario Yepes en Brasil, junto con Cristian Zapata, la duda estaba en esa confección de la pareja, que no estaba clara ni para el debut, sólo la encontró el cuerpo técnico sobre la marcha, en el segundo partido y la consolidó para el futuro.

En el primer juego probó a Dávinson Sánchez y Óscar Murillo, para el gran debut mundialista, que les pesó. Los dos jugaron mal, tuvieron dudas, perdieron los duelos y esa expulsión de Carlos Sánchez los condicionó, les probó el carácter y juntos fueron inferiores al reto.

Pero Pékerman recompuso, le dio el voto de confianza a Dávinson, a pesar de su discreto debut, pero lo acompañó con Yerry Mina, el mejor jugador colombiano del Mundial. Autor de tres goles en tres partidos, pero no fueron tres simples goles, porque contra Polonia abrió el camino, contra Senegal dio la clasificación a octavos y frente a Inglaterra extendió el sueño, cuando parecía perdido más rápido.

La pregunta en la elección de los cuatro centrales sembró la duda con la floja actuación de Óscar Murillo y la ausencia de quien debería haber sido el titular por su experiencia, Cristian Zapata, quien habría sido llamado al Mundial con una molestia física. En la lista de espera quedaron otros internacionales como Jeison Murillo, Bernardo Espinosa y William Tesillo.

Para los laterales, en la zona derecha estuvo firme, sólido y cumpliendo con su labor el mejor jugador extranjero de la última temporada en la Eredivisie de Holanda con el PSV Eindhoven, Santiago Arias, quien no necesitó suplente y tampoco hizo sentir la ausencia del recién retirado Camilo Zúñiga que fue figura en Brasil hace cuatro años.

Por la izquierda estuvo el otro bajo rendimiento, porque ante la lesión de quien era el titular indiscutido, Frank Fabra, Pékerman llamó a Farid Díaz, pero siempre dejó a Johan Mojica, a quien se le abona el sacrificio, los kilómetros que corre y la entrega, pero de fútbol poco. Díaz esperó la oportunidad que no llegó.

Los volantes

La primera línea del medio campo no tuvo discusión en la nómina de 23, porque quienes quedaron afuera fueron Gustavo Cuéllar y Sebastián Pérez, en quien no se pensó durante, ni después del Mundial porque los que estuvieron cumplieron, sin embargo, las dudas llegan en la decisión de los 11 titulares.

Quienes llegaron para ser titulares fueron Carlos Sánchez y Matheus Uribe, sin embargo, ‘La Roca’ inició en compañía de Jefferson Lerma, a quien le tocó responder ante la expulsión de Sánchez contra Japón por 27 minutos y cumplió, hasta que entró Wílmar Barrios para apoyarlo.

De los cuatro, el de más minutos fue Barrios, con 269, seguido por Matheus con 182 y Lerma con 175. Carlos Sánchez sumó 172, teniendo en cuenta que se perdió los dos primeros partidos por esa expulsión del tercer minuto en el debut. El interrogante aquí es la titularidad de Uribe que fue pedida por encima de la de Lerma, quien si bien cumplió, no aporta el mismo fútbol del antioqueño.

Pero aquí hubo un quinto volante, Abel Aguilar, quien arribó con molestias a la concentración, llegó fatigado al Mundial y como a Zapata, los habría incluido el cuerpo técnico en agradecimiento por todo el proceso en estos casi siete años del argentino y teniendo en cuenta que, por edad, para Qatar-2022 ya no tendrán oportunidad.

Luego viene la zona creativa, donde se generaron más dudas que en cualquier zona del campo. El 10, el referente y quien hace jugar de verdad a la tricolor cuando está en la cancha, James Rodríguez, también viajó con molestias, pero es James y su sola presencia genera expectativas en el rival, prueba de ello fue que sólo estuvo contra Polonia y puso dos asistencias, Colombia ganó 3-0 y él fue la figura para la FIFA.

Pero sabiendo que James no estaba bien y la alta exigencia de un Mundial lo podría haber llevado a lo que finalmente fue, a no poder jugar, un sólo reemplazo para el 10 no fue suficiente, pues Juan Fernando Quintero fue el único llamado para suplir esas características, quedando afuera Edwin Cardona, Giovanni Moreno y Yimmi Chará.

Allí estuvo tal vez la gran falla en la confección de la nómina de los 23, porque el otro que podría cumplir esa labor fue José Heriberto Izquierdo, pero como en el debut contra Japón no tuvo un buen desempeño, no fue tenido en cuenta en los otros juegos por el cuerpo técnico y Juan Guillermo Cuadrado cumplió muy por arriba de lo esperado con su labor por la banda derecha.

Los delanteros

En el ataque, la presencia de Falcao fue el sueño de todo el pueblo, porque es el 9 referente de Colombia ante el mundo. El ‘Tigre’ tenía que estar como titular, capitán y goleador, y así fue. Sólo festejo un gol, pero jugó 377 minutos, recorrió 42,5 kilómetros en la cancha y 15,8 fueron con la posesión del balón.

Después de Falcao, Carlos Bacca y Luis Fernando Muriel sumaron los mismos minutos, 91 cada uno, con aporte discreto de Bacca en los primeros dos, pero con un gran desempeño contra los ingleses, metiendo a Colombia en la lucha y empujando con su ingreso, al igual que Muriel, quien contra Senegal tuvo la responsabilidad de remplazar a James y entró bien.

Pero el cuarto delantero fue Miguel Ángel Borja, quien sólo disputó un minuto contra Senegal y frente a Inglaterra fue a la tribuna por una lesión de rodilla que, al parecer, la traía desde antes del Mundial, cerrando la puerta a atacantes como Duván Zapata o Teófilo Gutiérrez.

Sin embargo, para Brasil-2014, Pékerman solo llevó a tres delanteros: Bacca, Teo y Jackson Martínez, porque a Adrián Ramos lo utilizó más como volante, algo que hubiera podido hacer en esta oportunidad si la lesión de Borja se hubiera confirmado, para incluir otros aportes como Chará, Gio Moreno o Cardona.

En ese orden de ideas, de la nómina de 23 jugadores que estuvieron en el Mundial, 20 estuvieron acorde con su elección y lo demostraron en la cancha, pero Cristian Zapata, Abel Aguilar y Miguel Ángel Borja tuvieron ciertas dudas por sus estados físicos, ocupando tres cupos que por cómo se dio el Mundial hicieron falta, pues Quintero no tuvo socio ante la lesión de James.

Ahora es momento de reflexión para volver a estructurar un grupo que esté a la altura de un nuevo campeonato.